Extraña manera de sumarse al mega simulacro de peste porcina africana tiene Arturo Ramos Velázquez, actual secretario de Fomento Agropecuario en el municipio de San Andrés Cholula. Y le digo que es extraña porque mientras en Puebla y en diferentes estados del país se realizará un ejercicio de simulación, donde se busca inmovilizar los productos cárnicos provenientes de los cerdos, él realiza la entrega de lechones para activar la economía local en el municipio conurbado.
Claro que es muy importante y necesario apoyar a los productores de las comunidades pero para ello sin duda deben existir protocolos que difícilmente conoce alguien que ha pasado la mayor parte de su vida laboral en el sector automotriz.
El ingeniero en Mecánica Automotriz, Ramos Velázquez, se desempeñó como jefe de campañas y electromecánico oficial en la Distribuidora Automotriz Chrysler durante siete años, de 2004 a 2011.
Después cuatro años más estuvo como valuador de autos de colisión en la Distribuidora Volkswagen (2011–2015). Fue hasta hace cuatro años, en 2015 cuando incursionó como emprendedor en el sector agropecuario. Desde hace un año, es titular de la Secretaría de Fomento Agropecuario en San Andrés Cholula.
Como se observa, Arturo Ramos difícilmente podrá entender la gravedad de entregar animales como pavos, gallinas y lechones a los habitantes de Tonatzintla, Acatepec y Tehuiloyocan; justo cuando del otro lado del mundo, la enfermedad de origen africano ya mató a un tercio de la población de cerdos en China, es decir, unos 100 millones de animales.
Sobre el mega simulacro que se realizará entre hoy 24 y el 26 de septiembre, en ocho regiones productoras de cerdo del país y con la participación de más de 500 personas, le adelanto que de manera simultánea se trabajará en Chiapas, Guerrero, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Yucatán.
En el ejercicio, “los técnicos deberán delimitar la zona afectada, operar sistemas de búsqueda y eliminación de cadáveres de cerdos, probar los sistemas de vigilancia y emprender acciones para reforzar la bioseguridad de las unidades de producción, así como las restricciones de movilización de productos y subproductos de cerdo”, señala un boletín publicado desde el mes de julio pasado por las autoridades federales.
Por cierto, no se alarme, la llamada peste porcina aunque es causada por un virus con capacidad de transmitirse de manera muy rápida entre los puercos y tiene una tasa de mortalidad alta entre los animales, “no representa ningún peligro para el hombre, aunque se coma la carne contaminada”.
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AMLO, el toletero frustrado
Para justificar el derroche que hará el gobierno federal en apoyar al que es su deporte favorito, Andrés Manuel López Obrador dice que si en sus tiempos hubiese habido las becas que hoy da el gobierno, no hubiera sido presidente.
Y es ahí en dónde debo reconocer que su plan de becas sí se justifica plenamente. Si los millones que se va a gastar en el béisbol sirven para evitar que surja otro presidente como él, que se gaste lo que sea necesario y si es necesario le entro a la coperacha.
Pero retomando el encuentro que tuvo con los niños ganadores de la serie mundial infantil Carl Ripken Jr., el presidente volvió a sus mentiras, al asegurar que era un talento para el béisbol. Hay que recordar que ya en una ocasión inventó que había sido contactado por escouts de grandes ligas y que fue considerado un talento para jugar en La Gran Carpa.
Esta vez les dijo: “Están invitados para participar en las escuelas, va a haber becas. Van a estar estudiando, becados y jugando béisbol”.
Y se aventó la puntada de decir que hasta le pagaban por jugar.
Ya en una ocasión escribí de cómo sería imposible que fuera prospecto de grandes ligas, partiendo de la base de que a los 17 años se fue de Tabasco a la CDMX para cursar la universidad. Los prospectos de grandes ligas juegan en ligas doble y triple A, lo cual nunca fue el caso de AMLO. Por edad y por sus nulos antecedentes beisbolísticos, es imposible que cobrara por jugar y mucho menos haber sido prospecto de ligas mayores.
Pero si miente en temas como el avión, los medicamentos, el Tren Maya y en otros temas relevantes para el país, ¿por qué no nos iba a cuentear con su extraordinario talento para jugar al béisbol? No tardará en decirnos que él le enseñó a lanzar el screwball a Valenzuela.