Algo muy grave y extraño está sucedió al interior del Cabildo de Puebla, al parecer el cuerpo colegiado se convirtió en una cena de negros que al final nos pasará la factura a los capitalinos.
Por un lado, los regidores de la comisión de Patrimonio y Hacienda decidieron que la instalación de macetones y bolardos para proteger a los peatones y reducir la velocidad de los automovilistas, era innecesaria.
Su enojo en la acalorada sesión de ayer fue tal, que decidieron suspender inmediatamente el programa que ya costó 3 millones de pesos y no sólo eso, si no también exigir que ahora se retiren los 186 bolardos colocados en el Centro Histórico así como los dos mil más colocados en la capital, a excepción de los que se pusieron en la zona de La Margarita, donde consideraron que sí están funcionando.
Esta decisión, que aún tiene que ser aprobada por la mayoría de regidores en la sesión de Cabildo que se realizará este viernes a las 10 de la mañana, tendrá un impacto en las finanzas públicas.
Así como lo lee, el gasto (o inversión) que ya se realizó en el estudio, compra y colocación se irá a la basura y ahora habrá que destinar un nuevo presupuesto para el retiro de estos fierros que no sabemos dónde terminarán arrumbados.
Pero mientras los regidores de la comisión de Patrimonio y Hacienda consideran que esta es la mejor decisión para los capitalinos, los regidores que participan en la comisión de Movilidad tienen un concepto diametralmente opuesto. Ellos, al igual que la secretaria del ramo, Alejandra Rubio, señalan que se tratan de medidas necesarias para proteger a los peatones, principalmente cuando se cruzan calles.
Independientemente de que el programa de la colocación de bolardos y macetones esté bien o mal o de que sea perfectible, el tema más delicado es que seremos los ciudadanos los que estaremos pagando los platos rotos porque como ya lo dije, se desperdiciarán los recursos que ya se habían gastado y además se habrá de hacer un nuevo gato para el retiro del mobiliario urbano, en resumen, hay un daño patrimonial a los poblanos y eso debe de sancionarse.
El INSABI una bomba de tiempo
El berrinche de Andrés Manuel López Obrador por eliminar el programa del Seguro Popular y aprobar sin mayores lineamientos el Insabi costará vidas humanas y no, no se trata de una metáfora o de una expresión coloquial.
En la mayoría de los estados del país, incluyendo Puebla, las quejas y denuncias se multiplican por doquier: Falta de medicamentos, cobros por “cuotas de recuperación”, cirugías reprogramadas, interrupciones en tratamientos para enfermedades crónicas degenerativas y saturación de hospitales.
El capricho de López Obrador, avalado ciegamente por la mayoría de los diputados federales, es un riesgo enorme para casi medio millón de poblanos que carecen de un sistema médico y será, a la par, una bomba de tiempo para el gobernador Miguel Barbosa.
Si bien es cierto que el Seguro Popular era, como casi todos los programas federales, perfectible y contaba con vicios y carencias, es notable que fue una falla enorme decidir su eliminación sin antes tener claramente definido cómo iba a operar el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Esas lagunas operativas que para AMLO y los legisladores de Morena no tenían importancia serán las mismas que generen muertes por falta de medicamentos, interrupción en los tratamientos e incluso cancelación de intervenciones quirúrgicas.
Es una irresponsabilidad lopezobradorista, que nuevamente tendremos que pagar los mexicanos, por desgracia en uno de los rubros más sensibles del ser humano, su salud.