No fue un encuentro fácil el de la mañana de este lunes entre Miguel Barbosa y la fuente que da seguimiento a sus actividades como titular del Ejecutivo: la primera mañanera con una crisis derivada de la irrupción del Coronavirus que en Puebla ha afectado a 2 mujeres y siete hombres, el combate a la delincuencia y la agenda pública.
Casi 90 minutos de una batería de preguntas y respuestas que unos 40 reporteros utilizaron para saber pormenores del avance del virus asiático que ha puesto contra la pared gobiernos, economías y sociedades enteras.
Barbosa no ha dejado de ser el hábil tribuno de reflejos rápidos que construyó acuerdos y tiró pretensiones cuando los tiempos del Senado. Dejó hablar a sus secretarios de Seguridad y de Salud, Raciel López Salazar y Jorge Humberto Uribe, el equipo al que también se unió el de Gobernación, David Méndez Márquez.
Cuando fue necesario, los hizo precisar información, puntualizar datos, conminarlos a ser más claros en temas torales de la agenda pública.
El ingreso a la Sala Juárez de Casa Aguayo no estuvo exento de la broma y la chanza: cada una de las reporteras y reporteros; camarógrafos y reporteros gráficos fueron dotados de gel antibacterial a las 9:30, hora de la encerrona. No faltó quien pidió un vaso con hielos para la ocasión.
Fue el primer ejercicio de una serie de ruedas de prensa mañaneras a petición de la fuente gubernamental.
No dejó pasar un sólo tema, y cuando hubo de salir del encierro en el que se veía con las preguntas de los colegas, salió con un argumento tras otro: no voy a permitir que apreciaciones personales califiquen las acciones del gobierno, respondió frente a una pregunta que sugería decisiones a medias
En otras, de plano asumió papel de entrevistador cuando pidió explicar modus operandi del grupo delictivo dedicado a cobrar derecho de piso a comerciantes de la 46 Poniente.
Es el Barbosa enérgico, puntual, entrón que otras veces suelta expresiones de calidez, como cuando se refirió al reportero de La Jornada de Oriente para preguntar su edad y por el clima de zozobra existente por el Coronavirus: ¿Ya no saldrás a tomar café?
No fue nada sutil el encuentro. Dejó en claro que el gobierno no se va a paralizar, que los martes ciudadanos continuarán (aquí voy a estar, dijo) y que no pretende confrontar a la sociedad, el Viernes Santo es del pueblo. No se promoverá pero tampoco colocará policías para evitarlo.
Nuevas formas de entender la relación de la prensa con el poder; formas diferentes de hacer gobierno con una prensa habida de información; y nuevos paradigmas con enfermedades desconocidas.
Así fue la primera mañanera a la poblana.