Hace exactamente un año, en abril de 2019 un grupo de elementos de diversas corporaciones -incluso del Ejército Nacional- se internó en el mercado José María Morelos y Pavón, mejor conocido como el mercado de Xonaca.

Iban por el rescate de un elemento de la Fiscalía General del Estado a quien la mafia de El Grillo sorprendió haciendo trabajo de investigación y terminó por privarlo de la libertad.

En el operativo de rescate se encontró la hebra de una enmarañada madeja que iba de ahí, hasta los más altos niveles de la política: ahí en el mercado el grupo de José Christian N., El Grillo mantenía un coto criminal al amparo de la impunidad que los gobiernos del Partido Acción Nacional le habían entregado en prenda.

El pago en especie consistía por los distintos trabajos hechos en distintos periodos clave del pasado reciente, de entre los que destaca el clima de terror sembrado en la elección del primer domingo de julio de 2018.

Fue cuando advirtieron a unos perros peleando por el dominio de grandes trozos de carne en estado de descomposición. Los caninos habían encontraron un rastro putrefacto: dos piernas humanas sin sus respectivos cuerpos.

Trajeron a los binomios caninos, hicieron su trabajo y arrojó un resultado sorprendente: la fosa clandestina en donde originalmente habían arrojado ocho cuerpos -dos de ellos sin las extremidades encontradas- y luego arrojados en Chachapa.

Esa logística había sido encargada El Jabalí, Daniel M., detenido apenas la semana pasada en el mercado La Acocota, quien al momento de la captura llevaba algunas dosis de droga y 6 mil 500 pesos en efectivo.

Se trata de uno de los tres principales operadores del grupo criminal de José Christian N., pues en esa misma condición de detenidos se encuentran un sicario que trabajó para El Grillo y para su padre, Marco Antonio N., El Masha y Gregorio N., El Chuky.

A éste último se le atribuye el terrorismo electoral del día de la jornada presidencial en 2018. Los rasgos fisionómicos son los mismos que se observan en un video en el que aparece una veintena de matones con el rostro cubierto.

Son un total de 17 los aprehendidos por la Secretaría de Seguridad Pública; sin embargo, no son todos los que por años acompañaron en la carrera criminal a El Grillo y su padre, Fernando N.

Ahí siguen en sus centros de operación de narcomenudeo personajes a quienes se les conoce como El Abuelo, El Mocho, El Salvador, El Cholo y El Mote, sin tomar en cuenta el grupo de sicarios que siguió bajo sus órdenes, integrado por 12 sujetos.


El grupo de El Grillo está debilitado, pero no aniquilado. La tarea está lejos de haber sido terminada...