La capacidad de transformarnos cada día, es también una forma de sobrevivir. En esta etapa y en las subsecuentes, todos tendremos que adecuarnos a nuevas situaciones, algunas de ellas inéditas.

La resiliencia en los poblanos, mexicanos y en el mundo entero, ya se observa. Son la sociedad civil y los empresarios quienes nuevamente dan muestra de cómo saldremos de esta pandemia fortalecidos.

En lo local, es sorprendente como los grupos de Facebook hoy concentran –con mucha eficiencia- a los negocios locales. En ellos es fácil ubicar qué restaurantes cercanos continúan con servicio a domicilio, qué tiendas pueden acercarte víveres, qué productores trasladan desde sus campos hasta tu mesa las frutas y verduras e incluso cuáles reposterías —podríamos discutir si estas son o no esenciales— llevan hasta la puerta de tu casa algún capricho personal.

Los restaurantes han demostrado su lado más creativo y hoy es posible solicitarle a una pastelería de autor que te mande los ingredientes y un video tutorial para que tú mismo te prepares una pizza gourmet.

Otros negocios de comida han mostrado su lado más solidario y han decidido mantener los costos de sus menús para llevar. Con las ganancias, preparan platillos para regalar, ya sea a quienes no tienen para costearlos o bien al personal médico, a policías o transportistas que no pueden detener sus actividades en esta temporada.

 

 

Las maquiladoras, famosas por confeccionar cientos de pantalones de mezclilla, hoy han adecuado sus talleres y máquinas para producir a destajo cubrebocas, botas quirúrgicas, overoles desechables y todos aquellos elementos de los Equipos de Protección Personal (EPP) que hoy piden a gritos tanto en los hospitales como en las casas donde algún familiar contrajo el virus.

Algunas papelerías también han modificado gorras y acrílicos para convertirse, temporalmente, en fábricas de caretas para evitar contagios por coronavirus.

En la Ciudad de México, uno de los mayores centros expositores, se transformó en un hospital temporal y en breve, los hoteles del país podrían seguir los pasos de España e Italia, donde se adecuaron los cuartos para dar alojo a personal sanitario o a quienes enfermaron y no tienen un sitio para realizar el confinamiento sin contagiar a sus familiares.

Empresas que se dedicaban al reciclaje, como la que se ubica en Ecatepec, decidieron darle un giro al negocio y fabricar bolsas mortuorias. Desde ayer, cada 24 horas se producen 10 mil bolsas, mismas que ya están apalabradas con el gobierno federal y algunos estados.

La resiliencia también llegará a la fiesta taurina. En España ya se piensa en televisar las corridas de toros sin público, aunque sin duda se buscarán otras alternativas para retomar la pasión.

En todo el mundo, los eventos deportivos desde los torneos locales hasta los Juegos Olímpicos, tendrán que replantearse muchas cosas. Difícilmente veremos este o el próximo año, un estadio lleno de espectadores y los atletas tendrán que reinventarse ante la posibilidad latente de la cancelación del ciclo olímpico que culminaba en Tokio 2020.

El arte, los espectáculos y la cultura, también encontrarán nuevas formas para llegar a todos los rincones del planeta.

El llamado e-commerce o comercio electrónico es un paraíso que México había desdeñado, pero tomará un enorme impulso durante los días de confinamiento y permanecerá con fuerza en la etapa de recuperación económica. Ojala en breve también demos el salto para realizar más pagos online que en efectivo.

Así, el resurgimiento económico será uno de los factores que veremos en muchos de los negocios que decidan modificar sus orígenes.

Y en todos estos cambios, en Intolerancia Diario estaremos presentes para llevarle la información de manera digital y para darles ideas a nuestros lectores de las nuevas oportunidades de negocio que sin duda llegarán.

Y así como hoy, muchos fabricantes y comerciantes encontraron una veta de negocio en los productos de salud, principalmente en los cubre bocas, también habrá grandes perdedores, que en su voracidad por esta especie de fiebre del oro, en la que aumentaron hasta en un mil por ciento de los productos, podrían quebrar cuando el crecimiento de la oferta, originado por la transformación de la industria, sea mayor que la demanda y los precios se desplomen con pérdidas millonarias para quienes hoy compran caro para vender a precios exorbitantes.

Pero regresando al origen de esta columna, debemos ser sumamente creativos para sobrevivir a esta crisis de salud y económica, en donde la resiliencia estriba en nuestra capacidad de reinventarnos.

Porque pase lo que pase, ya nada volverá a ser igual.