La crónica violenta que explica el periodo de impunidad del que gozó El Loco Téllez, detenido este fin de semana en Apizaco, Tlaxcala, transcurre entre 2016 y 2018, cuando los crímenes más violentos y desmembramientos ocurrieron en el primer cuadro de la cabecera municipal de San Martín Texmelucan.
Junto con otro líder delictivo local, José Cristian N., alias El Grillo detenido en junio de 2019, aspiraron a constituir una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación en Texmelucan y la capital.
Sin más información y conocimiento del contexto delictivo nacional y con sólo su intuición delictiva, frustraron ese intento pues en ese periodo la agrupación delictiva liderada por El Mencho (Nemesio Oseguera) estaba concentrada en sofocar una insurrección interna llamada Cártel Nueva Plaza, liderada por un ex jefe de escoltar conocido como El Cholo.
La única pista que apuntaba a una incipiente relación de El Loco Téllez con grupos delictivos del norte del país sucedió cuando a principio de abril de 2019 fueron detenidos dos sujetos originarios de Sinaloa y cuatro escoltas del Texmeluquense, tras ejecutar en el centro de Chignahuapan a un rival a quien se le conocía como El Tyson.
Unos días después, cuando ya era gobernado el municipio de San Martín Texmelucan por la morenista Norma Layón, en el Día del Niño, gente al servicio de El Loco Téllez obsequiaba juguetes a nombre de uno de los cuatro líderes delictivos, convertidos en objetivos prioritarios en la administración de Miguel Barbosa, el gobernador.
En una entrevista que Layón había concedido al programa de televisión Parabolica.mx había dicho que no pactaría con delincuentes. Es probable que haya cumplido, pero lo cierto es que tampoco se vio mucha energía para detener la auto promoción y actividad delictiva del ahora detenido.
Fue esa base social la que le permitió evadir al menos tres operativos de captura, incluso orquestados por elementos del Ejército Mexicano en Texmelucan, su centro de operaciones.
Desde que Oscar N. comenzó a delinquir luego de haber sido un modesto chofer de una pipa de gas, habitó en la colonia El Arenal, un asentamiento ubicado frente a la plaza comercial en donde se ubica el palacio municipal y a unos metros de la base de la Policía Municipal.
También se ubica a unas calles de la colonia La Purísima en donde en abril de 2018 ocurrió un enfrentamiento con fuerzas federales y en mayo de 2018 fue detenido su socio, Ángel N., líder de una banda denominada Los Villegas en posesión de tres armas largas, 300 cartuchos útiles y un tigre de bengala como mascota.
El socio de El Loco Téllez estuvo apenas tres meses detenido. Sin recibir sentencia fue liberado y según versiones del mundillo del hampa, pagó tres millones de pesos para evitar ser sometido a proceso por delitos de delincuencia organizada. Del tigre de bengala, su mascota, no se sabe nada.
La capacidad corruptora de El Loco Téllez y su grupo delictivo consiguió tirar al presidente municipal Rafael Núñez Ramírez, quien llegó al cargo bajo la tutela del grupo de Rafael Moreno Valle con las siglas del Partido del Trabajo.
En junio de 2018, ya con el periodo de campañas en curso, solicitó licencia por un periodo de 40 días, cuando el gobierno del estado decidió tomar el control del aparato de seguridad de ese municipio y someter a investigación a casi 200 elementos de la Policía Municipal por sus probables nexos con delincuencia organizada.
En septiembre envió un oficio de ausencia definitiva argumentando problemas de salud. Nunca más se le ha vuelto a ver en la escena pública. Los sectores productivos del lugar lo recuerdan con reproches, repudiado.
La información de El Loco Téllez sobre homicidios, huachicol, atraco a transporte de carga y tráfico de drogas deberá encender alarmas entre otros líderes de grupos delictivos de diverso calado aún en activo.