En Puebla capital y los municipios conurbados, el Coronavirus se ha ensañado. Aunque es cierto que en todo el estado, país y hasta en el mundo entero, el virus ha hecho de las suyas, en la Angelópolis el número de contagios es alarmante.
Un día sí y otro también, el gobernador Miguel Barbosa recalca en sus ruedas de prensa que la pandemia en Puebla está muy lejos de ser domada. Que es imperativo que se mantenga la gente en su casa y que se extremen las precauciones para romper las cadenas de contagio.
Sin embargo, entre las premuras económicas, perfectamente entendibles y la bola de irresponsables que continúan haciendo fiestas y organizando torneos de futbol, las cifras no mejoran.
Pese a las pocas pruebas que se hacen, el número de contagios por Covid-19 en Puebla supera los 10 mil casos, ello repercute directamente en la cantidad de personas que tienen que ser diariamente hospitalizadas para tratar de ganarle la batalla al virus.
Y la infraestructura hospitalaria de Puebla y México, como ya sabemos, no es el pilar más fuerte de nuestro sistema médico.
Por eso los hospitales de la capital y sus alrededores están francamente rebasados.
Ayer, el equipo de Intolerancia Diario recorrió una decena de hospitales de todas las dependencias de salud pública, para constatar que el calvario no sólo lo viven quienes enferman. Los familiares, son las otras víctimas, los daños colaterales.
Falta de información, horas sin dormir ni comer, gastos imprevistos, traslados desde el norte del estado a la capital o viceversa y la compra urgente de medicamentos, fueron algunos de los testimonios que pudieron rescatar las reporteras y los reporteros de esta casa editorial.
Las cifras alegres que cada noche presenta el equipo de Hugo López-Gatell donde se nos asegura que más del 40 por ciento de las camas hospitalarias con las que cuenta Puebla están disponibles es una verdad a medias, una falacia pues.
La federación sostiene que sus cifras son correctas pero lo que no dice es que se trata de un promedio donde se incluyen los espacios disponibles en hospitales de municipios tan alejados de las ciudades que ni el coronavirus ha llegado, generando así una falsa impresión de que los hospitales no se encuentran saturados.
Una vez más la contradicción en los mensajes del gobierno federal minimizando la gravedad de la pandemia en Puebla merece un tache para López-Gatell pues hace que algunos de los poblanos no se tomen en serio las medidas y continúen engrosando el número de casos activos.
Cero y van tres
De los 18 servidores públicos que conforman el gabinete estatal, incluyendo al gobernador, tres de ellos se han contagiado de Coronavirus; Verónica Vélez, Lizeth Sánchez y Raciel López, se encuentran en sus respectivos domicilios y hasta donde sabemos evolucionan satisfactoriamente. Sin embargo, es preocupante que una sexta parte de los funcionarios públicos de primer nivel dieran positivo al virus, nos reitera el alto grado de contagios que existe en Puebla.