Durante al menos los últimos tres periodos de gobierno, estar en el palco que el gobierno de Puebla posee en el estadio Cuauhtémoc para ver un partido de fútbol del equipo de casa fue envidia de muchos y privilegio de pocos.
Desde el que el priista Mario Marín Torres fue gobernador, luego el panista Rafael Moreno Valle y el periodo que correspondió a Antonio Gali Fayad, la clase política y los pudientes, exultantes y ebrios pasaron tardes enteras de fútbol, política y negocios.
La viva imagen de la letra de José Alfredo Jiménez Tu y las nubes: Yo pa’arriba volteo muy poco... tú pa’abajo no sabes mirar. Como en el circo romano, su clase gobernante en la parte alta del coso mientras el vulgo, envuelta en el circo y alimentado con el pan.
De ese pasaje habló Miguel Barbosa la mañana de este jueves, cuando se refirió a niñas y niños sometidos a una condición hostil en el seno mismo de la familia y sin acceso a instrumentos sociales y gubernamentales para verlos crecer en un ambiente propicio y sano, como los espectáculos públicos y privados.
El 17 de agosto del 2019 la fiesta del poder en el balcón del Cuauhtémoc se terminó. Ya con Barbosa en el gobierno las luces de ese espacio destinado para el divertimento del poderoso lucieron apagadas.
Ningún integrante de la plutocracia del pasado vio desde ese lugar el encuentro entre el equipo de casa y Chivas de Guadalajara en el torneo de apertura de ese año. La tradición de casi 15 años del poder se había quebrantado.
El lunes 19 de agosto de ese año Barbosa daría un anticipo de lo que refirió en su mañanera de este jueves. “En estadios, auditorios, centros de convenciones y espectáculos del estado, los palcos y boletos de acceso con los que se cuenta se forma gratuita (...) serán puestos a disposición de niños, jóvenes y adultos de escasos recursos”.
Son nuevos paradigmas en el ejercicio del poder para el que muchos no habían tomado previsiones y que aún siguen sin decodificar. Los mecanismos para entender el nuevo tiempo son más sencillos de lo que parecen, pero en medio de la añeja voracidad será difícil aún más difícil comprender.
En el sótano...
El diputado local del Movimiento Ciudadano, Carlos Alberto Morales Álvarez envió una carta para invocar su derecho de réplica para deslindar su participación en una trama delictiva y reunión con otros personajes de dudosa reputación, como se exhibió en la entrega del martes 25 de agosto con el título Política y dinero en Puebla. Está servido.
Derecho de Réplica by Intolerancia Diario