Una llamada de un agente de la Policía Ministerial del Estado, presuntamente de Eduardo Vázquez Gabriel, quien se encuentra adscrito al municipio de Tehuacán, revela que las viejas prácticas policiacas utilizadas por abogados y servidores públicos al servicio de la justicia para encarcelar a un civil, sin que haya cometido delito alguno, aun se ponen en práctica.

En esta llamada vía teléfono celular, que fue grabada por una mujer, con el propósito de poner al descubierto al agente y sus viejas prácticas, se pone al descubierto un secreto, que es utilizado por abogados litigantes, principalmente, para causar un daño al enemigo del que en ese momento es su cliente.

Y no es otra cosa que los testigos falsos.

En la llamada el agente hace alusión a la mujer que su abogado no le ha llevado su caso como debe ser y le propone que reúna dos testigos falsos que le sean leales solo a ella y que declaren en contra de dos mujeres qué la golpearon, sin que estas hallan visto “la agresión", en otras palabras, una trampa.

Este ministerial le hace ver que su abogado solo es de trámite, lo mismo que el Agente del Ministerio Público y que solo la Ministerial puede "judicializar" su caso.

Con la práctica del testigo falso muchos inocentes han sido encarcelados, además de que ha servido para perpetrar fraudes, así como para venganzas personales e incluso de tipo políticas.

Se trata de una vieja práctica dentro de un nuevo sistema acusatorio.

El ministerial al servicio del crimen organizado

Por cierto, este mismo agente ministerial, de acuerdo a la misma denuncia, le es leal a un malandro de nombre Marcos Huerta Sánchez (a), El Choco, un peligroso delincuente que opera en Tecamachalco, pero que tiene su centro de operaciones en Palmar de Bravo.

El agente ministerial debe de ser blanco de una investigación, porque no solo gana dinero con viejas prácticas desleales, sino que además protege malandros.

Nos vemos cuando nos veamos.