La vacuna, disminuir la inseguridad, garantizar atención hospitalaria a los enfermos por coronavirus, generar obra pública y ganar la mayoría en el Congreso del estado; serán los principales retos que enfrentará Miguel Barbosa en 2021.

Cualquiera de estos tópicos es por sí mismo un desafío, sin embargo, todos ellos se encuentran intrínsecamente entrelazados y por eso se complica su buen desarrollo. Si uno de ellos se atora, los otros difícilmente podrán llegar a buen puerto.

La aduana de las elecciones en Puebla será un termómetro interesante sobre la gestión de Miguel Barbosa, también reflejará el voto de castigo a las puntadas y ocurrencias que desde Palacio Nacional han dejado a miles de niños con cáncer sin medicamentos, a madres y padres de familia sin empleos y a casi a 6 mil familias poblanas sin alguno de sus integrantes.

El voto de castigo, que esta vez aglutinará el enojo contra Andrés Manuel no será menor. El inquilino de Palacio Nacional se ha empeñado tanto en polarizar a los mexicanos que en 2021 el efecto podría ser un bumerán.

En Puebla los aliancistas tendrán que echar toda la carne al asador porque perder los congresos (local y federal), así como las principales alcaldías, los obligará a vivir bajo la sombra de un gobierno que, con razones de sobra, les ha tildado de corruptos.

Por el contrario, si Morena no logra retener la mayoría que hoy goza en las cámaras, será muy difícil que las iniciativas propuestas por el Ejecutivo puedan ser aprobadas, incluso, en el extremo, una mayoría de oposición podría convertirse precisamente en el peor bloqueo.

Y siendo francos, los resultados de los diputados lopezobradoristas, tanto a nivel local como nacional, son tan malos que difícilmente convencerán al electorado de darles otra oportunidad de seguir como levantadedos.

En el colmo, legisladores como Gabriel Biestro han demostrado su nulo oficio político al aplazar una y otra vez el parlamento abierto para la despenalización del aborto, permitiendo que las feministas sumen tres semanas con el Congreso tomado y para como van las cosas, ellas pasarán la navidad y el año nuevo en el recinto legislativo, mientras el presidente del Congreso disfruta sus vacaciones.

En materia de salud, 2021 pinta para ser un año tan o más complicado de lo que fue este 2020 para el gobernador Miguel Barbosa y su secretario Antonio Martínez García. La logística para adquirir, transportar, almacenar y aplicar las vacunas contra el Coronavirus deberá marchar con la misma precisión que un reloj suizo, de lo contrario no se podrá lograr la ansiada inmunidad que nos permita regresar a la normalidad, esa que en enero de este año teníamos.

A la par, habrán de lograrse los equilibrios entre la conversión y reconversión de hospitales para dar atención médica a los poblanos.

La impartición de justicia será otro de los puntos que los poblanos evalúen. Los homicidios violentos, los feminicidios y los asaltos en el transporte público, deberán ser contenidos si de verdad se busca que los poblanos le den nuevamente el voto al Movimiento Regeneración Nacional.

En este punto, casos como el de Mara Castilla o Paulina Camargo que suman meses y años sin llegar a sentencias firmes, continuarán generando percepciones negativas entre los poblanos.

AMLO, el rey de las encuestas patito

La soberbia le impidió a López Obrador aprender que las encuestas patito de Morena lejos de democratizar las candidaturas, originaron fracturas al interior de su partido político.

En Tlaxcala, tras darse a conocer que Lorena Cuéllar ganó una encuesta que nadie ha visto, dos de las aspirantes a la candidatura a la gubernatura del estado vecino arremetieron contra el método de selección.

El equipo de Dulce Silva acusó que la encuesta fue amañada, que la selección de candidata fue en realidad un dedazo y exigió que se transparente el supuesto estudio demoscópico. En el caso de la senadora Ana Lilia el tono de las exigencias fue más alto. Afirmó que Morena eligió a la precandidata más corrupta, pidió realizar una encuesta espejo o reponer el procedimiento y al final fue contundente: La supuesta encuesta no existió.

Cualquiera de estas dos mujeres o los otros cuatro precandidatos de Morena a la gubernatura de Tlaxcala podrían poner contra las cuerdas al partido de Andrés Manuel si presentan un juicio de impugnación ante el tribunal en el que establezcan que se violaron sus derechos políticos-partidistas.

AMLO se ha especializado tanto en polarizar, que hasta al interior del Movimiento Regeneración Nacional, los integrantes se están destrozando y eso, en el día de la elección se verá cuánto pesa.