Quiubo, banda intolerante. Su héroe de barrio está de vuelta para traerles la información más certera del pancracio político de Puebla.
Así que agárrense porque me les vengo.
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Ustedes no están para saberlo ni yo para contarlo, pero en menos de una semana, Fredy Erazo pasó de estarse codeando con la crema y nata política a volver a su triste realidad cantinera.
Y es que a pesar del pinche Covidio-19, el final del 2020 le pintó a Fredy Erazo un futuro de esos que todo mortal desea: codearse con la crema y nata.
El abogado se puso las pilas pa’ encontrar uno de esos padrinos pesados que, desde el mismísimo Senado, lo pudieran impulsar pa’ llegar a las ligas grandes. Y pos claro que se recargó en su compadre Alejandro Armenta, a quien apoyó y asesoró en 2019 cuando se dieron con la cubeta el ya entonces senador y Barbosa pa’ definir al gallo morenista en las elecciones extraordinarias.
Pa’ Don Fredy, su compadrazgo con Armenta, quien le sacó brillo a la charola de presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado pensando en que su proyecto pa’ llegar a Casa Puebla tendría un lacayo, sirvió para algo y pusieron a Erazo patitas adentro del Tribunal Electoral del Estado de Puebla como magistrado el 10 de diciembre. Esa noche, en todo Puebla se escucharon los cuetes que los dos compadres echaban al aire de tanta alegría.
Pero no contaban con dos ligeros detalles.
El primero. Don Fredy jamás negó la cruz de su parroquia y siguió defendiendo de chile, mole y manteca. A tal grado que representó al famoso “Grillo”, un temido narcomenudista del Mercado Morelos que desde Casa Aguayo, es bien recordado por querer atentar contra el góber.
El segundo. A Don Armenta nomás no le dio su cabecita pa’ medir las consecuencias de que su lacayo defendía narcomenudistas y borrachos de cantina y, peor aún, tampoco se asesoró con chingones pa’ saber que hoy en día existe la paridad de género cuando se arman los órganos electorales.
Con los pelos de la burra en la mano, la abogada aspirante a magistrada del mismísimo TEEP, Rosalba Velázquez Peñarrieta, impugnó el nombramiento del Fredy.
Y en lo que canta un gallo, ayer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le tumbó a Don Fredy su sueño dorado y, con ello, los anhelos armentistas de traerse cortito al góber y compañía.
Diría mi jefecita: por más que la mona se vista de seda, mona se queda.
Sánchez Galindo: un izquierdista que cobra con la derecha
Entre que son peras o son manzanas, quienes no pueden ver ni en pintura a René Sánchez Galindo son los jefazos de los organismos empresariales de Puebla.
Nomás no le perdonan, con justa razón, que se haya pasado al lado oscuro de los ambulantes y le haya pintado un violín a la iniciativa privada calificándolos de “doble moral”. Tantita madre.
Y es que el nieto de la dueña fundadora de Autobuses Estrella Blanca y dueño de un austero departamentito de 18 millones de pesos, que se ubica en la colonia Roma, desconoció al sector fifi y se pasó de lleno a la izquierda, de la mano de Claudia Rivera.
Dicen mis chismosos del Centro que los cerca de 10 millones de pesos mensuales, libres de polvo y paja, que deja el comercio ambulante lo hicieron convertirse en izquierdista, pero, eso sí, cobrando con la derecha.