La madrugada del sábado 6 de diciembre, elementos de la Policía del Municipio de Libres, asesinaron por la espalda y de un balazo a Yair N, un joven de 20 años de edad, a quién habrían sorprendido en posesión de un botella de tequila, a la salida de una tienda de conveniencia que se ubica en una de las laterales de la carretera.

Yair, quien recibió un balazo que le ingreso por la espalda, cuando se encontraba a bordo de un Volkswagen Sedán de color azul, murió en el área de urgencias de un hospital del mismo municipio, gobernado por Francisco Javier Rodríguez Rivero, del Parido Pacto Social de Integración (PSI).

Del artero crimen hay dos testigos, quienes además de que les han puesto todos los obstáculos para que no declaren lo que vieron y vivieron, también los acusan de haber disparado contra los mismos policías y a uno de estos lo mantienen preso en la cárcel municipal de Libres y al segundo de 17 años, lo mantienen sujeto a investigación.

Lo lamentable del asunto que le comentó es que la Fiscalía General del Estado (FGE), desde el municipio de Teziutlán, protege a los policías homicidas, ocultando información y omitiendo pruebas para esclarecer el crimen.

Para ser más exactos, la FGE abrió una carpeta de investigación y judicializo el caso de tentativa de homicidio, en agravio de los policías municipales involucrados en el homicidio del joven de 20 años de edad, en lugar de abrirles una investigación por los delitos de abuso de autoridad y homicidio en que incurrieron.

Le explico que el día de los hechos, el hoy occiso Yair y los hermanos Eloy Daniel, de 20 años de edad y Oswaldo Miguel de 17, salieron una tienda de conveniencia donde compraron una blanca de tequila para tomársela.

Los policías municipales los sorprendieron dentro del Sedán azul y los bajaron por la fuerza, registrando  cada uno de ellos, para luego ordenarles que se retiraran.

Algo ocurrió y los policías municipales a bordo de su patrulla intentaron detener de nuevo a estos jóvenes y les ordenaron que se bajaran, pero dicen que sintieron miedo de que les fueran a hacer algún daño y les dijeron a los policías que si se iban a detener, pero en la casa de los dos hermanos.

Fue en esos momentos cuando los policías dispararon sus armas de cargo contra los tres jóvenes, asentándole un tiro por la espalda a Yair N, quien quedó sin sentido.

Al parecer los municipales creyeron que los iban a acusar de haber baleado a su amigo, por lo que urdieron un plan para desaparecidos, solo que en esos momentos llegaron elementos de la Policía del Estado, quienes se los impidieron.

A partir de ese momento, la FGE de Teziutlán ha obstaculizado toda la informaron para que la familia de los dos hermanos testigos de un crimen declaren lo que en realidad sucedió la madrugada del 6 de diciembre y, para tal fin, les pusieron una pistola a ambos para acusarlos de haber sido ellos los que dispararon a la uniformada.

Seguiremos el caso.

Nos vemos cuando nos veamos