¿Quién tuvo la culpa? ¿Los elementos de la patrulla 502 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana?
Gerardo Ethiene Herrera, de 25 años de edad, murió en circunstancias poco claras. Fue hallado la madrugada del 2 de enero en el arroyo vehicular de la Calzada Zavaleta, cerca del Carl's Junior, boca abajo; y en la espalda, huellas de las llantas de un vehículo que debió pasarle por encima.
Antes que este joven fuera hallado en tales condiciones, a las 00:30 horas, se comunicó vía teléfono celular con sus padres. Les dijo que alguien lo venía siguiendo, que lo pensaban asaltar, y les envió su ubicación en tiempo real.
A los 9 minutos de esa llamada, Gerardo Ethiene llegó a las puertas de una zona residencial y le pidió ayuda al guardia; le dijo que lo venían siguiendo y tenía miedo de que lo fueran a asaltar o hacerle daño, pero este no lo dejó pasar y se conformó llamando a la Policía Municipal.
La patrulla 502 acudió al llamado y, presuntamente, los uniformados realizaron un recorrido por la zona, pero dijeron no haber visto nada ni a nadie. Qué curioso.
Los uniformados vieron a Gerardo Ethiene con los pantalones mojados, porque seguramente se orinó; además, percibieron que, al parecer, se encontraba ebrio y fue cuando decidieron dejarlo solo.
No lo llevaron a su casa para protegerlo, como pregona la SSC a los poblanos; simplemente, no quisieron que manchara su unidad y lo dejaron solo, bajo el mísero argumento de que "no querían tener problemas".
¿Qué hubiera pasado si lo llevan a su casa o, en caso muy extremo, detenido? Gerardo Ethiene no hubiera aparecido muerto a las 4 horas, en el arroyo de Calzada Zavaleta, con las huellas de que un vehículo le pasó por encima.
De hecho, la última ubicación en tiempo real de su celular es en esa misma zona, donde elementos de la SSC lo dejaron solo, sabedores de que estaba tomado y, lógicamente, sin dinero.
Lo importante para el caso es que la Fiscalía General del Estado (FGE), ya investiga qué le pasó a este joven y, de entrada, ha solicitado que su cuerpo no sea cremado.
Sobre el actuar de los policías, estos pudieron haber incurrido en el delito de abandono de persona; pero, sin lugar a dudas, sí cometieron una falta administrativa que, por lo menos, debe terminar en una suspensión.
Sobre todo porque, ahora, la SSC pregona a la sociedad civil el auxilio sin distinción; y en este caso, un joven está muerto porque no lo quisieron atender.
Nos vemos cuando nos veamos.