Cuando los actuales presidentes municipales llegaron a sus cargos, se creyeron la mentira de que la ciudadanía había votado masivamente por ellos o por ellas sin querer ver lo evidente: sólo fueron arrastrados por la ola lopezobradorista.

En dos años y medio, casi ningún gobernante regresó a las colonias y menos resolvieron los problemas más inmediatos de los poblanos, por eso ahora que pensaron que la reelección sería tan dulce como la campaña de 2018 se toparon con pared.

Por primera vez, las y los candidatos a alcaldes que buscan la reelección por Morena están en una contienda real y ya demostraron que no saben ni cómo navegar.

Perdieron el bono demográfico, no trabajaron en tierra, sumaron el desgaste propio del ejercicio del poder y el discurso tan socorrido –de su líder- para culpar de todos sus males a las administraciones del pasado, comienza a ser más un lastre que una opción.

En estas campañas, son ellas y ellos mismos los responsables del caos que existe en los municipios que gobiernan: calles que se inundan con las primeras lluvias, inseguridad a la alza, carencia de inversiones, falta de obra pública y la sombra de la corrupción, esa que juraron combatir.

Este cóctel de realidad es, principalmente, lo que ha llevado a candidatas como Claudia Rivera a quedar atónita ante los reclamos auténticos de capitalinos que lo mismo le hacen el vacío en los recorridos, que le niegan el viaje en la combi o le recuerdan la falta de apoyos sociales.

Aunque no se trata del único caso, sí es el más icónico. A los gobernantes de Morena se les olvidó “el pueblo”, no hicieron trabajo de tierra en tres años y ahora quieren que la gente los reciba como en 2018.

La burla de Morena

Cada día los morenistas confirman que están al 100 con Ya Saben Quien, al grado de mandar al diablo a las instituciones con tal de hacer su santísima voluntad.

Ayer se presentó una “nueva lista” de diputados locales plurinominales. Se trató de la reposición que se ordenó luego que la primera propuesta incumplía con los principios de representatividad que exige la ley.

Lo indignante del caso es que la “nueva lista” mantiene en los cuatro primeros sitios a las mismas personas que la propuesta anterior, es decir, a Morena simplemente le valió un sorbete el fallo y decidió volver a entregarles las diputaciones –que se ganan sí o sí- a sus cuates: Daniela Mier Bañuelos, Carlos Alberto Evangelista Aniceto, Tonantzin Fernández Díaz y Edgar Garmendia de los Santos.

Independientemente de lo que más adelante resuelva el árbitro electoral, el simple hecho de simular el cambio debería ser razón suficiente para aplicarle una sanción ejemplar.

Libros como escudo

Al igual que Rafael Moreno Valle, dos políticos de talla nacional utilizarán este lunes la presentación de sus respectivas obras para tratar de atraer los reflectores mediáticos.

Más allá de la estrategia y el morbo que despiertan sus posibles declaraciones, lo cierto es que la presencia de Ricardo Monreal en Puebla por “Nulidades y procedimientos sancionadores en materia electoral” y la de Roberto Madrazo Pintado “México, la historia interminable”; demuestran que Puebla es prioridad para ambos grupos políticos, aunque no se juegue la gubernatura.

Ambos políticos–escritores buscan influir en la contienda actual.

Para romper la ola lopezobradorista, y así impulsar a los candidatos de la mega alianza, el tabasqueño Madrazo Pintado desnudará las mentiras más populares de AMLO y no dudará en responsabilizarlo por las muertes que ha causado al aplicar recortes a diestra y siniestra, como la falta de medicamentos, las inundaciones provocadas en Tabasco y hasta el aumento de pobreza y violencia en México.

En tanto, Ricardo Monreal reconoció ayer en una entrevista banquetera que el sistema que utiliza Morena para seleccionar a sus candidatos es obsoleto y que sus correligionarios ni siquiera conocen la importancia de la llamada operación cicatriz.

Remató revelando una reunión con los liderazgos de Morena en la entidad, en la que confirmó, estará presente Gabriel Biestro, quizá el suspirante más beligerante de los últimos días.

¿Al cumplirse la mitad de las cortas campañas, cuál de los dos golpes resonará más fuerte entre el electorado?

Veremos y diremos.