Uno de los peores rasgos de los políticos es su egocentrismo, su absurda idea de que sin ellos el mundo simplemente no girará. En su ceguera son capaces de romper los principios básicos de la democracia y aplicar el dicho: si no gano, arrebato.

Perder, reconocer la derrota, no es fácil, pero habla bastante bien de aquellos que tienen la virtud de admitir que a veces se triunfa y otras no.

Gabriel Biestro, el diputado plurinominal con licencia, ha demostrado que se apega más al autoritarismo lopezobradorista que a los principios democráticos.

Cuando faltan menos de 10 días para que votemos, Biestro sigue empeñado en dinamitar la campaña de su adversaria, aunque ello signifique que su partido, Morena, pierda el Ayuntamiento más importante de Puebla. 

Para él está claro el asunto: si no es el candidato a la alcaldía, nadie más es digno de ganar la presidencia municipal y menos quien fue su adversaria en la contienda interna.

Vaya concepto de compañerismo que tiene.

Habremos de ver cuál es el tono y el mensaje que ofrece mañana el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, para saber si desde la cúpula aplauden estas actitudes egoístas o si por el contrario, una vez más hacen un tímido llamado a la unidad, exhortos que como ya hemos visto, de nada sirvieron.  

Si realmente tienen la intención de poner un alto a la guerra intestina que está destruyendo al Movimiento Regeneración Nacional, los representantes tienen a los estatutos de su lado.

En Morena basta que uno de los militantes descalifique a otro para que sea expulsado del partido; sin embargo, por alguna razón, Biestro Medinilla continúa ostentando el color guinda y presumiéndose como uno de los líderes del partido lopezobradorista en Puebla.

Promesa difícil

Entre el cúmulo de promesas, ayer Lalo Rivera empeñó su palabra al decir que de ganar, el transporte público de la capital será seguro, que habrá paraderos dignos, iluminados y que en las unidades viajarán policías para erradicar los asaltos.

En el discurso suena muy bonito, pero la realidad es que se trata de una demanda ciudadana que difícilmente será cubierta. Dignificar todos los puntos en donde los capitalinos abordan las unidades de transporte público y designar a policías que literalmente se la pasen viajando, no es nada realista.

¿Qué pasará cuando después de los primeros seis meses de su gobierno un nuevo y violento asalto se registre en las unidades del transporte público?

La promesa, insisto, responde a una de las demandas más sentidas de los capitalinos, la solución parece más un sueño de opio o un malviaje, que una verdadera estrategia.  

Humo blanco

Al cierre de esta columna aún están en vilo los detalles del debate que organizará el IEE entre los ocho candidatos y candidatas que buscan la presidencia municipal de Puebla.

Presumiblemente, el encuentro será el próximo domingo 30 de mayo a las 17 horas, así que no hay pretextos, antes de ver la final del futbol, conéctese un rato a las redes sociales de Intolerancia Diario para escuchar a las y los candidatos.

Acuérdese que para bien o para mal, uno de esos ocho personajes habrá de definir el rumbo de la ciudad por tres años.