La aduana que da a la explanada del patio principal del Centro de Reinserción Social (Cereso), de San Miguel registra la salida de Felipe “N”, (a) "El Pirulí " marcando en esos momentos las 14:21 horas del domingo seis de junio.
"El Pirulí", no llevaba puesto el uniforme que debe tener cada interno de ese penal, sino que vestía ropa de civil, también se cubre el rostro con una careta y con un cubrebocas, para evitar contagios del Covid-19, además que sobre el tórax resalta el pase de visitante número 80.
Ese domingo el Cereso de San Miguel registró entre 800 y mil visitas, tras regularizar la entrada y la salida de familiares de internos del penal que aglutina más de tres mil internos.
Felipe “N”, fue captado por las cámaras de vídeo cuando cruza por el pasillo pluma, camina hasta abordar un taxi el cual lo llevó a algún lugar de la Central de Abasto, donde finalmente se pierde.
Y Felipe escapó.
A las 19:30 horas del mismo domingo, personal de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), llegó a las instalaciones del Cereso de San Miguel para tomar conocimiento de la fuga.
Los agentes se enteraron primero que los protocolos para fuga de reos no se habían activado.
No fueron avisados ni la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Guardia Nacional y las demás corporaciones de policía.
Todos los custodios, además del director y subdirector, fueron detenidos.
Uno de los principales motivos para que ocurran las detenciones, es que, al escapar Felipe “N” se llevó el gafete de visitas, además que tampoco firmó su salida.
Lo más extraño que encontraron los investigadores, es que el familiar o amigo que ayudó a la fuga, no dejó ninguna identificación como corresponde para una visita.
Los 16 hombres detenidos y dos mujeres fueron trasladados a las instalaciones de la FGE, por no haber respetado los protocolos para la revisión de documentos de cada uno de los visitantes, desde su entrada hasta su salida, asimismo que se deben cotejar las firmas de los visitantes.
Luego de siete días de continuar investigaciones 15 de los 18 detenidos fueron acusados por la FGE por haber facilitado la fuga de un interno que era procesado por el delito de homicidio.
De los tres liberados se encuentran dos mujeres, además de otro interno, que al momento de registrarse la fuga se enteró y acudió al penal siendo detenido por estar haciendo preguntas.
Oscar Lagunes, uno de los abogados defensores, encontró algunas inconsistencias que llevaron a la libertad a su cliente, una de las detenidas.
Las investigaciones aún no terminan.
Nos vemos cuando nos veamos