El primer paso está dado para el proyecto de 2024.
Hoy, el presidente municipal Eduardo Rivera, es el más viable para ser candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura en 2024.
El natural, así de simple.
Hasta el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, “Alito”, lo dijo el fin de semana.
Va en caballo de hacienda y con los planetas alineados.
Esto es realmente lo que significó la victoria de Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro, por la presidencia estatal panista.
Pero aún no todo está ganado.
Ahora viene lo más difícil para Lalo, que es hacer un buen papel en el ayuntamiento de Puebla, el que ocupa por segunda vez.
De esto ahora depende su encumbramiento, de lo contrario, todo lo construido se podría derrumbar.
Sino pregúntenle a Claudia Rivera, quien ahora es una zombie política.
Tiempo al tiempo.
El último clavo
La frase de “lo mejor está por venir” de Rafael Moreno Valle, finalmente nunca se cumplió, por el contrario, lo peor fue lo que llegó para su corriente.
El 24 de diciembre de 2018, con el accidente en el que perdieron la vida, la gobernadora Martha Erika Alonso y su marido el ex mandatario y senador, Rafael Moreno Valle, terminó una época, aunque muchos todavía luchaban por su legado y se negaban a enterrar: el morenovallismo.
El 18 de marzo del 2020, la aprehensión de Eukid Castañón, el operador político más importante, fue un palazo más al movimiento.
Finalmente, el 14 de noviembre de 2021, fue el último clavo al féretro con la derrota de Genoveva Huerta por su reelección a la presidencia estatal del PAN.
Hay que recordar que Geno, era producto de una imposición de la finada Martha Erika Alonso.
Desde este espacio le comentamos constantemente que la forma de operar con imposiciones y hasta venta de candidaturas, claro al estilo morenovallista, la fueron sacando del instituto político, pero jamás se dio cuenta.
Ahora, ya se vio que aunque tenía las canicas para controlar la elección al manejar tácitamente el partido por medio de Jesús Giles, no aprendió nada de sus maestros.
Los creadores estarían muy decepcionados.
Fue una pésima alumna, así de simple.
Por eso, se demuestra una vez más que la corriente creada por Rafael Moreno Valle, está ahora sí totalmente extinta, sin margen de maniobra por donde le vea.
Era cosa de tiempo y este ya llegó.
Pero avísenle a Geno, aunque al parecer aún no está lista para esa conversación.
La ex dirigente quiere seguir negando la derrota y lo más seguro es que acuda a tribunales para seguir peleando.
Pena ajena.