Hoy el campo mexicano coexiste entre dos riquezas: una real, distribuida oligárquicamente, y una ficticia, atribuida a un pretérito que nunca hemos tenido pero que forma un popular discurso

Indignamente hemos normalizado las precariedades, generando insondables abismos de violencia, pobreza y hambre. Lo de insondable es recurso retórico, sabemos, gracias al CONEVAL, que al menos un cuarto de todos los mexicanos vive en pobreza alimentaria.  

Pese a este vergonzoso presente de malnutrición y desnutrición, México vivió su “última hambruna” en el turbulento 1915, cuando colisionaron Carranza, Villa, Zapata y Obregón; año donde el hambre cobraba diario la vida de 50 mexicanos, tan solo en la capital

Rusificar a Ucrania puede parecerle tema de actualidad debido a la guerra, pero en aquel siglo el término también tenía validez contextual debido a la colectivización de la Unión Soviética y los esfuerzos de Stalin para consolidar los bienes de producción, especialmente los agropecuarios. Aquel reacomodo socioeconómico tuvo remate en el Holocausto Ucraniano, o Holodomor, que se llevó la vida de al menos 4 millones de personas en Ucrania y hasta 12 en la URSS

Israel Jusidman y Bertha Rapoport fueron judeo-ucranianos, junto a nombres como León Trotski o Marcos Moshinsky, que buscaron porvenir en el exilio mexicano. Uno de los hijos del matrimonio Jusidman Rapoport es Clara, economista y exfuncionaria pública de correspondientes apellidos

Merecedora de la Medalla Benito Juárez en 2015, y con trayectoria pública y académica volcada en la sensibilidad social de la economía, la señora Jusidman llegó a ser directora del Instituto Nacional del Consumidor, INCO, precursor de la actual Procuraduría Federal del Consumidor, PROFECO

Ahí y con ella, Ignacio Ovalle Fernández, quien fuera secretario particular del presidente Echeverría, le encontró acomodo a Andrés Manuel López Obrador como director de Promoción Social, de ‘84 a ‘88, tras su autoexilio del priismo tabasqueño

La señora Jusidman se mantuvo relevante para AMLO como funcionaria, enlace con la comunidad judía (Imaz, Fastlicht, Polevnsky o Sheinbaum), e interlocutora con Luis Donaldo Colosio. Su hogar fue donde estos dos personajes discutieron futuros políticos, la última vez el 21 de marzo de 1994, dos días antes del magnicidio en Lomas Taurinas

Desde hace días el presidente ha mantenido reuniones de primer nivel para buscar aminorar los efectos inflacionarios en energéticos y alimentos, los dos componentes más sensibles para el bolsillo popular. Para energía el plan ha levantado como repostería sin huevos, y es que absorber los impuestos especiales de gasolinas reventó la frontera donde la distorsión con el mercado estadounidense agotó las reservas, al grado de ya cancelar el apoyo en zona fronteriza.

En la proveeduría de abastos populares el presidente dejó de actualizarse hace 40 años, como lo demuestra su alegre entonación, en la mañanera donde trató el tema, del jingle ochentero del INCO “568-87-22”. A la cifra, teléfono al que se llamaba para obtener información de precios, cuéntele cuántos números le faltan para estar vigente.   

Este atraso conceptual se refleja en las propuestas del presidente, donde insiste en autosuficiencia alimentaria, y la resbaladiza idea de controlar precios, misma que no ha tomado por ser similar medida a la de Calderón en la crisis inflacionaria de alimentos de 2008.  

Ovalle Fernández, que fue premiado con la dirección de SEGALMEX, órgano encargado de lograr la autosuficiencia alimentaria, se ha mantenido pese a corrupción probada como el desvío de 8 millones para jugar en la bolsa de valores o la compra de departamentos de lujo a proveedores

Aquellas hambrunas parecen quimeras de un pasado lejano, pero hace apenas una década los elevados precios de pan fueron catalizadores para el descontento social y político que tiró los regímenes de Túnez, Egipto y Libia. Difícil cosa es entrar en discusiones con el vientre, pues éste no tiene orejas.