Mucho se ha hablado de la posible desaparición de Agua de Puebla para Todos, ante la advertencia del gobernador Miguel Barbosa Huerta, que se está alistando un litigio en tribunales.
Pero poco se ha hablado del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap), la que supuestamente está para vigilar que no haya abusos de la empresa privada o concesionada.
Sin embargo, aunque debería ser la reguladora, pareciera que ha sido lo contrario.
Pero todo tendría un porqué.
De entrada, hay que recordar que el director del Soapap, sigue siendo Gustavo Gaytan Alcáraz, quien llegó al Soapap desde el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas desde 2010, pero como director jurídico.
Años después lo ascienden a director, y ahora es uno de los muy pocos sobrevivientes del morenovallismo, los que se cuentan con los dedos de la mano.
Por lo mismo, se sabe y se dice en los pasillos desde entonces, que fue colocado en ese puesto más para proteger a la empresa privada antes que a los ciudadanos.
A lo largo de los años se ha ido demostrando poco a poco y al parecer ha hecho muy bien la encomienda que no ha olvidado.
Sino, nada más hay que recordar algunos botones de muestra.
Por ejemplo ante el escándalo de la espuma en el Atoyac y Valsequillo, Gustavo, dijo inmediatamente que las plantas tratadoras a cargo de la concesionaria funcionan normalmente.
Y fue temerario al afirmar que la causa de la espuma eran por las descargas de empresas lavadoras de mezclilla.
Entonces le echó la culpa a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Lo que no dijo es que extrabajadores denunciaron que la planta tratadora de San Felipe Hueyotlipan, adquirió químicos antiespuma para sanear los altos contaminantes que desembocan al río Atoyac.
Todo para frenar el escándalo y por ende taparle el ojo al macho improvisando.
También hace un año en marzo del 2021, Gaytán, negó la entrega de una copia del título de concesión que privatiza por 30 años el servicio de agua, drenaje y saneamiento a Concesiones Integrales SA de CV o Agua de Puebla.
El pretexto fue que la solicitud que hizo el Ayuntamiento no se encontraba certificada.
En otro caso, ha dicho poco Gustavo de la venta de un terreno de ocho hectáreas que servía como zona de amortiguamiento para la planta tratadora San Francisco, de los márgenes del río Atoyac.
Finalmente nada más hay que recordar como en enero de 2019, ante el cabildo de Puebla, Gustavo Gaytan, pareció el abogado de Agua de Puebla al defender a la empresa a ultranza de los requerimientos hechos por los regidores de entonces.
Entonces presentó hojas y hojas de cifras, para tratar de demostrar que Agua de Puebla había mejorado el servicio.
Pero también dio el argumento que no se podía hacer todo, ya que no había recurso suficiente para abastecer la demanda de los usuarios.
Ni Carlos Hank, lo hubiera hecho tan vehementemente.
Y ya ni se diga que diariamente a decenas de poblanos la empresa privada les corta el servicio del agua y hasta el drenaje, aunque sea ilegal y contra los derechos humanos, mientras Soapap, mira para otro lado.
¿Así o más claro el papel de la dependencia o en su caso de Gustavo?
Por eso se sabe que ahora que habrá cambios, se dará una revisadita al organismo descentralizado.
Tiempo al tiempo.