Tal y como lo escribí la semana pasada en este mismo espacio, basado en los criterios del ex magistrado Gerardo Sarabia, cualquier intento legaloide para tirar la designación de Sergio Salomón Céspedes como gobernador de Puebla, sería desechado.

Ayer en Intolerancia Diario dimos cuenta de la decisión de un juez federal quien desechó de plano el Juicio de Amparo interpuesto en diciembre pasado contra la designación.

En términos de la jerga, “les dieron palo”.

Como se recordará, el punto principal que trataron de utilizar los malquerientes era que el expresidente del Congreso no se había separado de su cargo 90 días antes de su nombramiento como gobernador sustituto.

Lo que los protestantes no leyeron -o quisieron evadir- es la parte en donde claramente se dice que esa separación aplicará en caso de una elección.

Las trágicas circunstancias de diciembre pasado ocasionaron que el nombramiento de un gobernador sustituto se realizara a través de una designación en el Congreso, es decir, no hubo ninguna elección y por lo tanto la restricción de los 90 días, simplemente no aplicaba.

Ahora habría que preguntarnos quién y con qué intenciones convenció a Jesús Arturo Beltrán Salgado de promover el Juicio de Amparo 2309/2022.

De acuerdo con la página de la SEP, Beltrán Salgado cursó la Licenciatura en Derecho en la Universidad del Valle de México, en el plantel San Rafael del Distrito Federal. En 1993 logró su cédula profesional tras presentar la tesis: “El seguro social ante la industria de la construcción”.

Años después, en 2014, concluyó una Maestría en Criminalística cursada en el Colegio Libre de Estudios Universitarios. En otras palabras, se trata de un personaje que conoce de leyes y de ahí la duda: ¿la sirena que le cantó al oído usa perfume con aroma a Manzanilla, o hiede a Mier..?

Salomón deshoja su margarita

Como es natural, en los próximos días se realizarán diversos ajustes al gabinete y a la estructura del gobierno estatal. Los cambios de varios titulares son necesarios y se darán en dos etapas.

En la primera, los ajustes llegarán a las áreas administrativas, principalmente se darán en las subsecretarías, direcciones generales y hasta uno que otro titular, quienes pronto deberán hacer sus maletas.

En un segundo paquete se darán los verdaderos ajustes al gabinete, pero estos deberán esperar cuando menos a que arranque el mes de febrero.

La realidad es que aunque el gobernador aún valora algunos movimientos en las carteras más importantes, los dos paquetes ya están decididos e incluso ya ha empezado a hacer encargos directos a quienes se harán cargo de esas secretarías.

Y pese a que muchos han prendido sus veladoras, lamento decirles que la suerte ya está echada.

En una próxima entrega barajaremos los nombres de los que posiblemente se van y de los que llegan.

Lo que sí les puedo adelantar es que quien les diga que ya sabe cómo van a quedar, les miente, la lista completa solo vive -hoy- en la mente del nuevo gobernador.

Ni más, ni menos.