Usted las conoce, frecuenta y adora. Las tienditas de la esquina son un favorito de los mexicanos. Aunque les gastamos relativamente poco –entre cincuenta y cien pesos por visita– ellas solitas son un motor económico equivalente a todo el estado de Zacatecas, algo así como 300 mil millones de pesos al año.

No son poca cosa. Otro ejemplo para que las cale: hay más tienditas en nuestro país que habitantes en el municipio de Monterrey. No por nada unas tres millones de familias viven de ellas.

Usted, que es sagaz, podrá fácilmente identificar al depredador natural de las tienditas. Los Oxxo. El cálculo más aproximado nos dice que cada Oxxo que abre hace cerrar a siete tienditas, hasta el doble en zonas densamente pobladas como Puebla capital. Y es que la competencia es brutal, el Oxxo es un modelo aceitado para nuestros tiempos, y se aleja muchísimo de ser una tiendita.

Es un banco. Es una emisora de tarjetas de crédito. Es una sucursal de telefonía móvil. Es un centro de pagos. Y un lugar donde comprar algunos abarrotes; pero eso ya es casi secundario, solo un gancho. Se lo cuento con una chela.

Fomento Económico Mexicano (FEMSA) -el papá del Oxxo– se desarrolló en Monterrey en parte gracias a Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma (Indio, Dos Equis, Carta Blanca, Bohemia y otras tantas que no quiero estimularle la sed).

Su negocio fue tan bueno que los holandeses de Heineken llegaron a comprarles el changarro cervecero. El bisne fue fantástico para los regiomontanos. Siete mil millones de dólares y ser dueños de una quinta parte de Heineken, la segunda cervecera más grande del mundo.

Hace dos semanas FEMSA anunció que se iba a deshacer de su emporio cervecero, vendiendo las acciones de Heineken y enfocándose en sus nuevos mercados. ¿Dónde cree que hay más negocio, moviendo agüita con alcohol de arriba a abajo, o siendo el lugar donde una importante parte de los mexicanos gestionan pagos, suscripciones y sacan sus tarjetas? Súmele más de 500 gasolineras, 4 mil farmacias y ¡21 mil sucursales Oxxo! Los regios no dan pie sin huarache, o bota.

En el mismo día que FEMSA puso a la venta sus acciones en Heineken llegó el machuchón de machuchones a comprarlas, Bill Gates. El de Windows y las computadoras. Por supuesto que para haber sido el hombre más rico del mundo le debe de girar bien el engrane de los negocios, y es que Heineken también irá hacia el modelo de negocio Oxxo.

Usted ya los vio, chance y hasta compró en ellos. Se llaman Six. Lo que una vez fue un depósito de cervezas ahora tiene más de 16 mil puntos de venta, buscando que la cervecera alcance el mítico estatus de “un Oxxo en cada esquina”.

Oiga, ¿y las tienditas de la esquina de las que hablábamos? Pariendo chayotes y preparándose para estirar la patita por no (poder) modernizar su oferta de servicios. No le exagero, a partir de este año hasta las tiendas de DICONSA podrán recibir pagos y remesas del extranjero. Nada es permanente pero en cambio, dígale eso a 5 millones de mexicanos que viven de las tienditas y que los gobiernos dejaron morir por competencias desleales. Pásele a la caja abierta.