¿Se ha preguntado por qué cuando existía el llamado Pueblito del penal de San Miguel, las supuestas organizaciones dedicadas a las acciones “sin fines de lucro” no denunciaban lo que ocurría en ese centro penitenciario, y ahora que los negocios multimillonarios ya no existen, proliferan chismes y mentiras en redes sociales?
¿Dónde estaban las voceras de esas organizaciones cuando dentro del penal de la capital de Puebla se rentaban cuartos para ejercer y consumir la prostitución?
¿Dónde estaban esas activistas cuando los propios presos, los más pudientes, vendían whisky y cocaína dentro del penal?
Se estima que los negocios de El Pueblito generaban, al menos 3 millones de pesos semanales, 12 millones al mes. Hablamos de casi 150 millones de pesos al año.
Todos vimos a Tiro Moranchel dentro del penal ahogado del alcohol, rodeado de botellas y otras sustancias.
Eran los tiempos de Moreno Valle y en aquellos días las organizaciones dedicadas a las acciones sin fines de lucro que ingresaban al penal no decían nada, ¿por qué?
Algunas de esas organizaciones, sí, las mismas que callaron en los tiempos en las que imperaba la corrupción, han tomado como bandera el tema de las toallas femeninas para mostrar su inconformidad.
Aquí les van algunos datos para que pongamos en contexto las declaraciones:
Tan sólo del 1 de enero al 31 de marzo: la Secretaría de Seguridad Pública entregó 20 mil 702 toallas femeninas a mil 147 mujeres que están en los penales.
Repito, en solo tres meses.
Posiblemente una de las áreas que mejor ha trabajado la administración del secretario de Seguridad Pública (SSP), Daniel Iván Cruz Luna, y el subsecretario de Centros Penitenciarios, Jorge Pérez Melchor, ha sido el tema del mejoramiento de la vida en las cárceles.
Hay que decir que fue la única administración que destruyó El Pueblito. Todos los demás se hicieron de la vista gorda. Incluyendo a las voceras las organizaciones civiles “sin fines de lucro”.
Van más datos: del 1 de enero a la fecha, las mujeres de todos los penales de Puebla han sido beneficiadas con aplicaciones de vacunas de refuerzo contra Covid-19.
Asimismo, de donaciones de fórmula láctea, cereal, biberones, ropa para niños, juguetes, medicamento, artículos para el cuidado de los bebés, además de talleres y pláticas relativos a la prevención de enfermedades y jornadas de atención ginecológicas.
Quizá cuando la administración del secretario Cruz Luna derrumbó El Pueblito le quitó el negocio a varios presos.
Quizá también otros que están afuera vieron perjudicadas sus finanzas, por eso tanto chisme, sobre supuestas fugas, incendios, muertes y otras mentiras.
Al final la realidad se impone y todas las mentiras se han desvanecido.
Por cierto, ayer en la conferencia del titular de SSP se vio que en la Dirección General de Seguridad Privada y la de Asuntos Internos sí tienen puestas las pilas y la camiseta, ojalá todas las áreas trabajaran así.