El liderazgo de Alejandro Armenta para apagar fuegos, apretar tuercas y soldando intereses, es la muestra de que quiere ir con todo, para dar buenos resultados al proyecto de la llamada 4T.
Ardua labor ha emprendido el aún precandidato a la gubernatura de Puebla al irse a sentar con los distintos grupos que compitieron, sobre todo por presidencias municipales.
Ya se sentó con los que hacían grilla en San Pedro y San Andrés Cholula, Zacatlán, Tepeaca, Atlixco, Izúcar de Matamoros, San Martín Texmelucan y Ciudad Serdán.
Así, tejiendo fino, como buen político, ha puesto las cartas en la mesa, para quienes quieren hacer ruido.
De este modo, ha apagado algunos de los fuegos que amenazaban al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y poco a poco se ha tejido en la unidad que tanto anhelan.
Y es que, sin ella se corre serio peligro en algunos municipios.
Por eso mismo urgía.
Los fuegos se han ido apagando.
Por ejemplo, el virtual candidato unió voluntades en San Andrés Cholula junto con Víctor Correau Galeazzi, lo que deja constancia de que en San Andrés sí quieren ganar.
La designación fue difícil y sacó espinas, sobre todo de parte de grupos “puros” de Morena en la zona.
Y es que la situación en este municipio no será nada fácil al ser tal vez el último bastión panista en Puebla y lo saben.
Por eso se colocó a Correau, quien ya dio el primer paso por la unidad morenista.
Los resentidos
Sin embargo, aún quedan algunos resentidos que no han querido sentarse, demostrando que sus proyectos personales, los tienen arriba de la cuatroté.
Entre ellos Melitón Lozano Pérez, quien quedó en la orfandad y no logró ninguna posición para su equipo.
Incluso ante su ansiada búsqueda de un cargo, ya le apodan “el huesero” en su zona.
Al ser el archirrival de la alcaldesa de Izúcar de Matamoros, Irene Olea, el exsecretario de Educación hizo caso omiso al llamado de Alejandro Armenta a quien ni siquiera ha buscado.
Pero como se trata de “huesos”, su esposa Juana Marmolejo, no ha soltado el cargo de secretaria de Comunicación del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla.
Claro, en el mismo no funge.
Otro resentido por no lograr “hueso”, es Roberto Maxil Coyopol, quien también se negó a sentarse en la mesa de unidos en San Andrés Cholula.
Lo cierto es que a Roberto, no le alcanzaron sus canicas, ni para negociar.
Ambos personajes quedarán en el limbo político.
Tiempo al tiempo.