Pese a que la Comisión de Derechos Humanos es casi inexistente en Puebla, al grado que las jugadoras de fútbol tienen que huir del estado por acoso o que siete Ceresos debieron cerrar por las pésimas calificaciones que obtuvieron, su presidente Félix Cerezo Vélez está convencido de que merece un período más de gracia, al grado que solicitó al Congreso del Estado que se ahorren la convocatoria y lo ratifiquen en el cargo.
Al margen de que la petición violaría la ley, Félix Cerezo no ha realizado un trabajo de verdadera defensa de los Derechos Humanos en Puebla. Las víctimas y sobrevivientes han denunciado la burocracia y falta de resultados.
Las recomendaciones han prácticamente desaparecido bajo la argucia de que se busca conciliar antes que recomendar. A ello se suman las múltiples denuncias en redes sociales sobre la falta de actuación de la Comisión tanto para apoyar a quienes buscan a un familiar como quienes necesitan asesoría, acompañamiento y defensa tras los operativos migratorios.
Llegada con palanca
Hace cinco años, durante el proceso de selección, su presentación no fue la mejor evaluada en el Congreso del estado, pero llegó a su puesto gracias a un padrinazgo.
Durante este lustro, Cerezo Vélez no se caracterizó por ser el ombudsman que merecían los poblanos. Sus desplantes y omisiones se fueron documentando, además de los bloqueos a las leyes que se aprobaban, por ejemplo, frenó la Ley de Movilidad y Transporte, luego de que el 1 de abril presentó una controversia constitucional.
Ahí nos enteramos que para Félix Cerezo es inconstitucional que se obligue a los propietarios de los vehículos a contratar el Seguro de Daños a Terceros. Es decir, que hay que quitar la protección a las víctimas de los accidentes, ya que es mediante el seguro como se les garantiza que serán atendidas.
Una acción que nos hace preguntarnos si el funcionario está más del lado del responsable, que de la víctima.
El defensor de los derechos humanos que hoy pide un incremento en el presupuesto de 2025, por 20 millones de pesos, para abrir otra visitaduría, despidió a nueve trabajadores en plena pandemia, obligándolos a presentar su renuncia, a fin de que los puestos fueran ocupados por su equipo.
Hace un año la diputada Ruth Zárate Domínguez, y el legislador Carlos Navarro Corro, advirtieron que la CDH fue omisa en la defensa de las regidoras que han acudido a presentar quejas por violación a sus derechos.
El caso Chalchihuapan fue el lunar de su arranque, primero trató de ignorar a Elia Tamayo y luego erró al responder a la prensa sobre los avances del caso que enlutó el sexenio morenovallista.
A estos “logros” súmele el tema de los linchamientos en el estado, aunque presumió que investigó un caso en Jalpa de Méndez, Tabasco, no logró erradicar ni el cierre de carreteras ni la mal llamada justicia por mano propia.
Félix está por despertar de su letargo con una cubetada de agua fría. En el Congreso ya tienen claro que habrá que cumplir con la ley y aunque puede volver a inscribirse, está claro que no tiene las mejores cartas y que su “palanca” ya no tiene la misma influencia.