Lo que ayer vivieron miles de automovilistas y transportistas en la autopista México-Puebla nos da pie a reflexionar sobre una de las dependencias federales más ineficientes en los últimos años.

Sí bien es cierto que lo sucedido ayer es un trágico y lamentable accidente no atribuible ni a las autoridades ni a los involucrados en este hecho, la realidad es que CAPUFE vuelve a dejar plasmada su incapacidad para atender este tipo de eventos.

Hay que partir de la base que el choque y explosión de la pipa de gas se suscitó a la altura de Llano Grande en el kilómetro 54, es decir que aproximadamente a la mitad del trayecto entre las casetas de San Martín y San Marcos.

Es decir, que en ambas casetas podían haber implementado operativos de comunicación a los autos y camiones para evitar que cayeran en ese embudo en el que estaban sentenciados a estar varados durante 11 horas, con todos los riesgos que esto implica.

No encuentro palabras para describir la actuación de CAPUFE, que con la celeridad de una tortuga, fue reaccionando cuando las filas de vehículos colmaban decenas de kilómetros en ambos sentidos.

¿Incapacidad? ¿Ignorancia? ¿Valemadrismo?

Llaménle como quieran, pero es evidente que CAPUFE para lo único que es eficiente es para cobrar e incrementar las cuotas.

¿Era tan difícil alertar a cada vehículo de lo que está sucediendo y darle información sobre las vías alternas?

En San Marcos se tiene la opción del Circuito Mexiquense para enlazarse con el Arco Norte y llegar hasta San Martín. Y en sentido inverso es exactamente lo mismo vía Pirámides.

También en San Marcos se puede tomar la desviación por Cuautla para entroncar con la autopista Siglo XXI.

Pero el usuario ni es adivino, ni todos tienen un teléfono conectado a internet o a las aplicaciones de movilidad como Waze, Google Maps o Mapas para ser alertados.

Esta vez fue un lamentable accidente que costó la vida de por lo menos 6 personas, pero lo mismo sucede con los cierres de la autopista a cargo de pobladores inconformes por algún tema político o social, o con las obras que parecen planearlas con los pies.

Y si a todo lo anterior sumamos el tema de los asaltos, en donde se incorpora la complicidad de la Guardia Nacional con esto grupos criminales, en los que casualmente nunca pasa una patrulla mientras estos hampones hacen de las suyas. pues tenemos como resultado una autopista convertida en un auténtico infierno.

Ni más ni menos.

Y hoy la pesadilla sigue.

Aunque por fortuna, en el paro de transportistas de hoy lunes no se incluye la México-Puebla, no se descarta que puedan darse algunos paros parciales. Así que habrá que estar alertas.

De momento, estas son las vialidades y carreteras que sí está confirmado su cierre:

  • Periférico Norte.
  • Circuito Exterior Mexiquense.
  • Entradas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
  • Entradas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
  • Autopista México-Pachuca.
  • Autopista México-Querétaro.
  • Autopista México-Texcoco.
  • Autopista México-Toluca.
  • Avenida Tolloacán.
  • Carretera Texcoco-Lechería.
  • Avenida Adolfo López Mateos-Atizapán.
  • Avenida Central-Ecatepec.
  • Avenida Gustavo Baz-Naucalpan.
  • Avenida Chimalhuacán.

Y si usted sufre algún perjuicio por estos cierres, le sugiero no le miente la madre a los transportistas manifestantes; porque si hay un culpable, ese es el gobierno federal que ha hecho caso omiso a la demanda desesperada de los miles de choferes que diariamente son víctimas de asaltos a lo largo y ancho del país.

No exagero cuando les digo que vivimos en tierra de nadie. O mejor dicho, en tierra del crimen organizado.