Dice el viejo adagio que “no hay plazo que no se cumpla” y en el caso del segundo debate entre candidatos al gobierno de Tlaxcala, así fue.
Oficialmente, estamos a días para no sólo terminar las campañas por Palacio de Gobierno, sino la hora de las definiciones ha llegado.
La noche del domingo los candidatos tuvieron su última oportunidad para hacer llegar al electorado de Tlaxcala sus propuestas en materia educativa y ambiental.
¡Menuda tarea!
Cuando todo pintaba para un debate de librito, apegado a los turnos y temáticas definidas, la sorpresa la dio la candidata por el PES, Liliana Becerril Rojas, al declinar por Anabell Ávalos Zempoalteca.
Para muchos la decisión de Liliana Becerril era predecible.
Para otros, como el dirigente nacional del PES, Hugo Eric Flores Cervantes, el anunció fue un verdadero balde de agua fría, al menos así lo reflejó en redes sociales.
Y es que el líder pesista salió al quite para condenar la decisión de Liliana Becerril y de paso desmarcarse de la ahora excandidata.
Con este aperitivo comenzó el debate moderado por América Montoya Ortega y Edgardo Cabrera Morales.
Aunque a la postre vinieron preguntas y respuestas menos acartonadas lo cierto es que al debate le faltaron ideas de fondo.
Vamos, profundizar en los cómo en lugar de darle prioridad a los qué.
Claro, los candidatos se vieron menos nerviosos que la vez anterior y en no pocas ocasiones aprovecharon para echarse alguna que otra piedra que lo hizo más entretenido.
Pero insisto, amigo lector, faltó pasar del terreno de las ideas para aterrizar en las propuestas.
En temas de educación coincidieron en apoyo al magisterio y alumnado, dotarlos de infraestructura y subrayar el aspecto tecnológico.
Además el tema de cuotas escolares, que a más padres de familia nos tienen fritos, más en tiempos de pandemia por Covid-19.
En el caso del medio ambiente y rescate del Parque Nacional La Malinche y limpieza del río Zahuapan, no faltaron las buenas voluntades, pero sí planes concretos.
Ojalá que en días siguientes los electores, usted y yo, quienes saldremos a votar el 6 de junio sepamos a detalle cómo buscarán los candidatos cumplir estas promesas, porque siendo justos, se quedaron cortos.
Para nadie es un secreto la tala clandestina en Tlaxcala que ha prevalecido durante muchos años, hecho abordado en el debate.
También las afectaciones en la zona que dejado la proliferación del gusano descortezador, o la contaminación del río Zahuapan.
En eso, francamente, dejo a deber el debate: en respuestas concretas de los candidatos y en saber cómo enfrentar una problemática que cada vez nos afecta.
Con apenas dos debates y propuestas grises los tlaxcaltecas tendremos la responsabilidad de votar el 6 de junio, aunque a decir verdad, nos faltó ver punch en los abanderados.
Imagine, amigo lector, jugándose el todo por el todo las réplicas, además, fueron pocas, no entraron al terreno de la argumentación, aunque debo aceptar que el formato lo hizo más ágil.
Pero sin duda, pasando la página, los partidos, coaliciones y candidatos deben acelerar motores.
Urge que asuman sus roles y den a la sociedad de Tlaxcala las respuestas que exige.
Ya no hay tiempo.
Si no se han dado cuenta, las campañas prácticamente se han ido y en nuestro puño y letra está el poder de decidir por quién votar.
De ese tamaño era el peso del segundo debate.
De ese tamaño, la oportunidad que dejaron ir.
¡Hasta la próxima!