Un sinfín de dudas y sospechas deja la presunta fuga y baja de Alfredo Álvarez Valenzuela al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, quien enfrenta una orden de presentación ante la justicia federal.
Y es que tras filtrarse la versión de que el ahora exfuncionario no aparecía tras ser requerido por la FGR, los cuestionamientos al gobierno estatal han generado una verdadera Caja de Pandora.
De entrada, el presunto delito por el que Alfredo Álvarez es requerido es todo un misterio, pues de manera oficial la Secretaría de Gobierno no lo ha confirmado, a pesar de tener comunicación con la misma FGR, aunque en los corrillos se dice que es por una privación ilegal de la libertad cometida en 2014, cuando trabajaba en la Policía Federal, en Chihuahua.
Además, se cuestiona el método de selección para quien encabeza el combate a la inseguridad en Tlaxcala, pues a todas luces para llegar a este punto la madeja tuvo que desenrollarse y tomar conocimiento en las esferas más altas de la administración.
¿Cuál fue el fiel de la balanza para elegir a Alfredo Álvarez en la SSC?, ¿a qué le teme para no ser localizado por el mismísimo jefe del gabinete, Sergio González Hernández?
Más aún, ¿la evidente crisis de seguridad en Tlaxcala se resolverá con nombrar a Maximino Hernández Pulido, encargado de despacho en la dependencia?
Sin más, éstas y otras respuestas urgen ser contestadas ante el primer gran escándalo del gobierno de Lorena Cuéllar.
¿Quién revisó los perfiles de los miembros del nuevo gabinete?
¿De qué sirvió la supuesta experiencia y oficio del secretario de Gobierno, Sergio González? (LS)
¿Y las pruebas de confianza?
Un dato que debe preocupar a las autoridades estatales y municipales lo reveló el ahora flamante encargado de despacho de la SSC de Tlaxcala, Maximino Hernández Pulido, quien previo al numerito de Alfredo Álvarez Valenzuela puso el dedo en la llaga al afirmar que los directores de Seguridad Pública Municipales operan sin contar con exámenes de control y confianza aprobados.
En pocas palabras, no había certeza de que los encargados de las áreas están preparados para estas importantes encomiendas. ¿La razón?, simple, los resultados dilatan, en promedio, hasta tres meses.
Por lo cual, si los ayuntamientos iniciaron funciones a finales de agosto, aún faltan semanas para conocer los resultados a plenitud.
Habrá que estar atentos, porque tras la experiencia de Alfredo Álvarez Valenzuela, que nadie se espante si en la marcha se destapa más de una cloaca. (LS)
“Tlaxcala sí existe”, ¿una disputa legal?
Ahora resulta que la famosa frase usada por el gobierno para promocionar al estado en el Tianguis Turístico 2021 es motivo de disputa en redes sociales. Así como lo lee, pues el slogan “Tlaxcala sí existe” pasó de una brillante idea a casi, casi, estar en el ojo del huracán.
Pues un tal Alejandro Johnson, quien se identifica como publicista, ha reclamado que esa misma frase la usó para fines deportivos al ser parte de una campaña a favor de los Coyotes de Tlaxcala.
Incluso, ha dejado entrever que el uso del mentado slogan más que un préstamo, sería un plagio, afirmando que “fue su primera campaña con el equipo”.
Mientras es Chana o Juana, lo cierto que es que la frase cumplió su cometido y Tlaxcala nuevamente regresó a las esferas nacionales, lo malo es que a la vista podría iniciar una disputa legal si es que “Tlaxcala sí existe” ya es una marca registrada. (LS)