Mucha atención habrá que poner al affaire de la alianza “Va por Tlaxcala”, luego que el dirigente estatal del PRD, Julio Cesar Pérez González, anunciara que se exploran posibilidades para competir solos en 2024.
Y es que para el Sol Azteca resulta todo un lastre ser la única oposición “constante y sonante” en el Congreso del Estado, así como en su batalla personal contra el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros.
Pues, contra todos los pronósticos, el PRD ha sido el único partido que ha dado pelea en lo mediático y desde tribuna del Legislativo, algo que, francamente, ni PAN o PRI, pueden hacer.
Sin embargo, a pesar del escenario local, será en las altas cúpulas de los tres partidos donde terminará de cocinarse la coalición, siempre y cuando, Jesús Zambrano, el líder nacional lo acepte.
¿Algo sabrán los perredistas que ya se andan desmarcando de la alianza con dos años de anticipación?
Al tiempo. (LS)
PAN: la cacería de brujas
Donde también los jaloneos no paran, es el PAN, ya que tras la aplastante derrota electoral en el pasado proceso, la cacería de brujas contra los grupos traidores, continúa.
Y es que la nueva dirigencia estatal, a cargo de Miriam Martínez, mantiene al menos 23 expedientes abiertos, contra quienes jugaron chueco a favor de la coalición morenista.
En los corrillos albiazules se habla que la dirigencia nacional se ha tomado en serio el análisis de los casos, lo cual derivó de la expulsión de los militantes Francisco Javier Cuevas Ruiz y Nantzi Cuahutencos Amieva.
La determinación fue tomada al interior de la Comisión de Orden y Disciplina Interpartidista del Consejo Nacional, por lo cual se espera que la margarita “se vaya deshojando” con más velocidad.
Incluso, la guillotina caiga sobre más panistas, algunos de ellos verdaderos “pesos pesados”, por lo que a muchos que ya soñaban con candidaturas podría venirles la noche encima.
¿Será? (LS)
Blanca Águila, berrinche por el poder
Donde de plano el derrumbe partidista está a flor de piel, es el PRI estatal, pues la bancada en el Congreso quedó exhibida tras el escándalo por el cambio de coordinación, como lo ventiló la también líder gremial, Blanca Águila.
Y es que la dirigente del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud, afirmó que la llegada de Diana Torrejón por órdenes de la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, y a costa de Fabricio Mena, el tercer legislador tricolor.
Habrá que sumar al escándalo que mientras Blanca Águila jura y perjura que el “golpe de Estado” fue por ser un personaje incómodo, Diana Torrejón aseveró que todo es parte de una coordinación rotativa.
Es obvio que las pugnas internas en el PRI se han salido de control y la dirigencia estatal brilla por su ausencia, pues más allá de poner orden no pasa de ser el “payaso de las cachetadas”.
Por cierto, cuentan los que saben que el verdadero berrinche de Blanca Águila es por quedarse sin moneda de cambio para operar una candidatura hacia 2024, y con ello se le escapan sus sueños de más poder. (LS)