Vaya golpe de realidad se llevó esta semana de temblores el gobierno del estado, luego de haber presumido la reciente puesta en marcha de la Alerta Sísmica, la cual supondría un poco de tranquilidad para todos los tlaxcaltecas.

Sin embargo, tal como acostumbra la administración de Lorena Cuéllar Cisneros, a la hora de las definiciones, quedó exhibida el lunes pasado, cuando la Alerta Sísmica falló en pleno simulacro y el temblor que se sintió en Tlaxcala con magnitud de 3.8.

Y es que al desarrollarse el Simulacro Nacional, la alarma instalada en el Palacio de Gobierno falló por un corto circuito y, de pasada, durante el temblor el mentado aparato no se activó porque la magnitud fue “muy poca”.

Eso sí, con la “cola entre las patas”, el aparato fue calibrado para no volver a hacer ridículos de esta clase, mientras tanto, nadie quitará de la memoria de Tlaxcala que a la hora de la verdad la Alarma Sísmica de 2 millones de pesos no sirvió ni para la foto. (LS)

Sindicato de Salud, botín político

Vaya arguende el que se traen el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, y la dirigente del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud, Blanca Águila Lima, pues cada uno a su estilo han mostrado las cartas y, para desgracia de los agremiados, ellos tienen todas las de perder.

Pues “a todas leguas” se nota que mientras a la priista le urge afianzarse en el cargo y mover todas sus fichas para dejar claro “quién manda”, la Segob aún no lanza su contraataque y únicamente ha contenido los embates del gremio.

Los embates de Blanca Águila tienen “fecha de caducidad”, como los reclamos por alimentos echados a perder en hospitales, y tarde o temprano deberá optar por otro “juego” si quiere atraer reflectores, como acostumbra.

Ahora, como nunca, el error de la priista fue mostrar sus barajas a “diestra y siniestra”, y con el riesgo que pronto los sindicalizados “despierten” sólo para darse cuenta su papel en esta trama: ser carne de cañón de siniestros intereses políticos. (LS)

Alcalde de Ixtenco, ¿agresor de género?

Resulta que al presidente municipal de Ixtenco, Renato Sánchez Rojas, tal parece que le molestaría que las mujeres de la zona hagan actividad física o, al menos, eso denunció el grupo de Ejercicio GMC.

Y es que el colectivo aseguró que desde el inicio de la administración, el alcalde les ha cortado la energía eléctrica y hasta ha mandado a correrlas del auditorio del ayuntamiento, donde realizan ejercicio.

Según las afectadas, todo bajo el argumento de que “hacen mucho ruido”, es más, afirman que el ayuntamiento no sólo les ha negado todo tipo de apoyo sin razón aparente.

Ahora ya es el colmo que les quiera quitar hasta el derecho de hacer ejercicio con libertad, en un edificio público donde ya habían solicitado permiso para sus actividades.

Y con todo, acusan ser ignoradas bajo la complacencia del presidente municipal; es más, ojalá este grupo de mujeres tenga memoria cuando, tarde o temprano, Renato Sánchez Rojas pida su apoyo en las urnas. (LS)