Con la novedad que la visita de Marcelo Ebrard a Tlaxcala dejó saldos en todos los frentes políticos del estado.
Mientras para el excanciller la oposición no existe, al menos por el momento, el “enemigo interno” quedó mal parado, pues para sorpresa de muchos el respaldo ciudadano se dejó sentir.
Eso sí, tlaxcaltecas de a pie se dieron tiempo para ver el paso del también exjefe de gobierno en CDMX, y fue arropado como no se esperaba.
El mensaje es claro: para Claudia Sheinbaum, su verdadera contrincante, el territorio de Tlaxcala no será fácil y corre verdadero riesgo de quedarse en la lona.
Y de paso, ¿cómo habrá recibido el mensaje la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, ante este escenario que no beneficia a su corcholata?
Las dudas pegan duro al interior de la 4T. (LS)
CMIC y las patadas de ¿ahogado?
Mucho ha llamado la atención el apoyo que integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) habrían comenzado a prometer a Claudia Sheinbaum, en su búsqueda de conquistar a los sectores de Tlaxcala.
Y es que se cuenta en los corrillos de la CMIC que este coqueteo tiene una consigna clara: buscar a como dé lugar convencer al gobierno del estado de sus “buenas voluntades”.
¿La razón?
Lograr “colaborar” con los proyectos de la Secretaría de Infraestructura y, de una vez por todas, salir de la crisis que han enfrentado desde los tiempos más álgidos de la pandemia.
Por cierto, ¿se pronunciará la CMIC por los rumores que apuntan a que desde la dependencia se trabajaría fino en amiguismos y contubernios en el ramo? (LS)
Frente Amplio, la lucha venidera
Con las elecciones cada vez más cerca, al fin parece que la oposición da verdaderos signos de “vida” y, de paso, Beatriz Paredes ya anda coqueteando con la idea de lanzarse tras la candidatura presidencial.
Sí, uno de los pocos cargos en la vida pública que le faltan por cubrir.
Aclarando que el Frente Amplio por México solamente ira junto por la presidencia de la República, el Senado y la Cámara de Diputados.
El PRI y PAN en el estado se perfilan para aliarse en la mayoría de alcaldías y en todos los distritos electorales, eso sí, el PRD desde hace tiempo marcó su raya por lo que se descuenta de la ecuación.
Y mientras desde todos los frentes ya comienzan a fraguarse posibles aspirantes, lo cierto es que hasta el último momento se sabrá “de qué lado masca la iguana”.
¿Será que la alianza al fin cobre facturas en las urnas? (LS)