Los 12 ventiladores pediátrico-adulto que la empresa mexicana Fulle Hen importó de Estados Unidos para vender al Ayuntamiento de Puebla, -y que por desencuentros entre el gobierno del estado y el municipal, ya no estarán disponibles para los enfermos graves de Covid-19 en la entidad- están en óptimas condiciones de funcionamiento.

Esto lo aseguró la empresa encargada de los respiradores, quien a través de un comunicado señaló que ante las acusaciones de los gobiernos estatal, encabezado por Miguel Barbosa y municipal, por Claudia Rivera, aclaró que los 12 equipos de Ventilación Puritan Bennett, modelo 840, cuentan con extraordinarias características, y fueron sanitizados a través de líquido quirúrgico por fuera y de manera interna con gases sanitizados.

Fulle Hen sostuvo que desde un principio, aclaró a las autoridades del municipio de Puebla que los equipos eran reacondicionados, pues el tiempo de entrega de un equipo nuevo marca Medtronic, va de 3 a 5 meses, y por la urgencia en la entidad, se necesitaban de inmediato.

La empresa informó que actualmente los respiradores, dispositivos para intubación y ventiladores, son productos de sobre demanda y con desabasto mundial, por lo que en todos los países se han movilizado equipos reacondicionados en óptimas condiciones para su uso, lo cual está permitido por las leyes de salud mexicanas.

Los ventiladores fueron probados por el laboratorio estadounidense The Amms Group INTL, en donde se comprobó su óptimo funcionamiento, un requisito indispensable para su importación al país.

“Los equipos tienen una vida útil de 20 años, siempre que cuenten con los mantenimientos preventivos y correctivos en tiempo y forma, y 1 año de garantía después de instalados. No son baratijas, equipo en desuso, inservible, de desecho, ni infectados, como dijeron las autoridades estatales. Lamentamos que conflictos políticos, haya privado a los ciudadanos de contar con 12 equipos de calidad”, sostuvo la empresa.

Fulle Hen detalló que los ventiladores, en cuanto entraron a México, recibieron los permisos de Cofepris, y posteriormente, el laboratorio Biossmann -con más de 60 años de experiencia- inspeccionó y validó los equipos a través de pruebas parametrizadas, siendo el resultado satisfactorio en cada uno ellos.

La empresa informó que el Ayuntamiento de Puebla, en conjunto con la Secretaría de Salud del estado, realizaron una inspección efímera de los equipos de carácter ocular, sin ningún apoyo técnico ni científico.

El pasado 13 de abril, el municipio de Puebla puso a disposición de los ciudadanos 15 millones de pesos, a través del gobierno del estado, a lo cual, las instituciones de salud estatales solicitaron que el donativo fuera en especie: ventiladores de terapia intensiva.

Finalmente, la empresa lamentó los desencuentros entre ambos niveles de gobierno, pues no se permitió a la empresa instalar equipo altamente efectivo, escaso y tan necesario en estos tiempos, pues Fulle Hen ya tiene compradores en otras entidades del país, ante el aumento en los casos positivos de Covid-19.