El especialista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) aseveró que esa zona de la capital poblana no tiene los elementos urbanos para recibir la cantidad de personas que puedan llegar para utilizar el atractivo turístico, por eso aseguró que antes de realizar un planteamiento como ese al interior de una institución, que tiene la ubicación del CENHCH, se tienen que aplicar muchas modificaciones en los alrededores del lugar, y de esa manera evitar que se genere un caos social.
Asimismo, Ramírez Sánchez aseguró que de manera paralela también se tienen que aplicar algunas modificaciones en la circulación vial, porque por el bulevar 5 de Mayo pasan muchas rutas del transporte público, además de los automóviles particulares que requieren atravesar la zona por cuestiones laborales o por llevar a sus hijos a las escuelas que están en los alrededores, por lo que será otro problema, “porque además no se conocen estudios de factibilidad”.
El urbanista de la entidad poblana reveló que con cierta lógica en los alrededores del lugar en que se instale la rueda de observación también se establecerán muchos comercios, lo que representa otro problema urbano, entonces, desde su perspectiva, “hay que ver si está planeada la infraestructura que se puede requerir para el proyecto”.
En el tema específico, reveló Javier Ramírez Sánchez, se necesita aplicar un estudio serio y objetivo de mercado, porque es importante tener claros los beneficios y los posibles perjuicios que una obra de esa magnitud traerá para la capital del estado de Puebla, “también hay que valorar si va a llegar la cantidad de personas que se requiere para sea verdaderamente un negocio”.
Para el arquitecto de esa casa de estudios poblana es evidente que la rueda de observación está diseñada para ser un negocio, “no hay otra alternativa, está vista como un negocio, y para instalar un negocio hay que tener perfectamente los estudios que se requieren para evitar que esa importante zona de la ciudad se convierta en un caos”.
Tome nota
Desde la visión de Javier Ramírez Sánchez, el proyecto turístico está enfocado a ser un atractivo de diversiones para la ciudad de Puebla, algo que no consideró negativo, pero hay que estudiar y cuidar las alternativas que se tienen para garantizar que no generará afectaciones urbanas y sociales.