Se pudo haber evitado la tragedia donde fallecieron seis personas sepultadas por un deslave en la comunidad Santo Tomás Chautla, el pasado 10 de julio.

Así lo sentenció el observatorio ciudadano Igavim, al presentar el análisis “¿Planeación urbana sin riesgos? Una moda deficiente”, en el que además advierte que 64 colonias en la capital de Puebla corren riesgo por lluvias.

Al presentar el estudio en redes sociales advierte que “la tragedia ocurrida en Santo Tomás Chautla, en el municipio de Puebla sí se pudo evitar”.

“Los indicadores de deslizamiento de tierra existían, pero ni el Atlas de riesgo ni el programa municipal de desarrollo urbano los tenían considerados”, señaló el organismo ciudadano.

“Urge actualizar el programa de desarrollo urbano y el Atlas de riesgo municipal”, advierte a las autoridades, sobre todo al Ayuntamiento de Puebla, presidido por Claudia Rivera Vivanco.

En dicha comunidad, hace unos días fallecieron seis personas por el deslave de un cerro, lugar donde al menos otras 20 casas están en peligro.

Peligro y caso omiso

Específicamente, en el caso de Santo Tomás Chautla, revela Igavim en el estudio, no existe alguna restricción específica, basada tanto en el Atlas de Riesgo, como la carta urbana de la zona.

“Solo existe una parte en la restricción por el relleno sanitario, pero se encuentra dentro de la zona de densidad selectiva y controlada y de Preservación de Patrimonio Natura”, indica.

Y advierte que, ante el crecimiento urbano, es importante la prevención a través de la identificación de riesgos, bajo los escenarios ecológicos – sociales: “Es importante reconocer el flujo laminar y turbulento del agua en temporada de lluvias, para evitar confinar su trayectoria y provocar mayor deslizamiento de tierras”, afirma el análisis.

Señala en sus conclusiones que al no existir un seguimiento ni vinculación entre el Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable (PMDUS) y el Atlas de Riesgo, carece de atención prioritaria la sustentabilidad.

Indica que los reglamentos de construcción deben ir de la mano del Atlas de Riesgo, el Programa de Desarrollo Urbano, la normatividad ecológica y los criterios de impacto social.

En el caso de Santo Tomás Chautla, presenta indicadores de deslizamiento de tierra en laderas, de igual manera la carta urbana no establece algún tipo de restricción de riesgos naturales en esta zona.

Por lo tanto, resaltó que es importante que los permisos de construcción y uso de suelo estén vinculados con una base técnica actualizada. Sin embargo, en el caso del municipio de Puebla existe una contradicción entre el PMDUS y el Atlas de Riesgo, lo que limita los alcances de los reglamentos.

Incluso, al revisar la actualización del PMDUS (mayo 2016) se observa que se mantuvieron los datos y la identificación de riesgos del año 2012, señala Igavim.

La advertencia

En el estudio el Igavim, señala que el Atlas de Riesgo y el Programa de Desarrollo Urbano son dos instrumentos que regulan la planeación, “sin embargo; si no se vinculan, ni actualizan y no existe un seguimiento, los riegos incrementan y el peligro se agudiza”, explica el organismo civil.

Son 64 colonias en el municipio de Puebla las que fueron identificadas con probabilidad de riesgo por inundación con nivel alto, según el estudio de Igavim. Y es que existe deficiencia en el drenaje pluvial, lo que repercute en las inundaciones y desbordamientos.

Por lo tanto, el municipio de Puebla en el histórico de precipitaciones por día ha alcanzado en ocasiones más de 50 mililitros.

Advierte que solo 37 municipios de los 217 en de Puebla cuentan con Atlas de Riesgo, lo que representa tan solo el 17.05% del total de la población de la entidad poblana.

Asimismo, solo tres 3 municipios cuentan con un Programa de Desarrollo Urbano anterior a la publicación de su Atlas de Riesgo, por lo que quedan desfasados.

Además, solo 11 municipios de los 37, cuentan con una herramienta de planeación urbana como es el Programa de Desarrollo Urbano lo que representa tan solo el 29.72%, dando por ejemplo a Tecamachalco, que cuenta con un Programa de Ordenamiento Ecológico, pero no de orden urbano.

También, no se identificaron publicaciones con resultados y seguimiento preventivos de las alarmas de inundación contra los impactos negativos acumulativos generados por lluvias.

“No existe legalmente una obligación para actualizar el Atlas de Riesgo en los municipios de la entidad poblana, lo que deja deficiente el PMDUS”, advierte en las conclusiones del análisis.

Resalta que esta situación no solo es privativa de Puebla, sino que solo 10 entidades federativas contemplan la actualización del Atlas de Riesgo, lo que representa tan solo el 31.25%: “Los términos Atlas de Riesgo y Programa de Desarrollo Urbano siguen siendo una moda que carece de continuidad y vinculación”, insiste.

Por lo tanto, la responsabilidad recae en las administraciones anteriores desde la última versión del Atlas de Riesgo y del Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable.

Recomendaciones

1. Solo considera el Atlas de Riesgos el escenario de precipitación del año 2012, es necesario desarrollar una valoración del histórico de lluvias para identificar la temporalidad que generó factores de riesgo en el municipio.

2. Es importante realizar un análisis de riesgos de manera particular en cada colonia y asentamiento irregular

3. Reubicar aquellos asentamientos que se encuentren en laderas con pendientes mayores y sean potencialmente inestables.

4. En cuanto al aprovechamiento de recursos geológicos, se debe de regular la extracción de aquellos bancos de material que no cuenten con medidas de seguridad o representen peligro inminente a poblaciones u obras civiles

5. Es necesario se establezca una periodicidad por parte de los legisladores para la actualización del Atlas de Riesgo y el Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable, ya sea por las afectaciones y/o condiciones de riesgos detectadas, por obligación administrativa en cada Ayuntamiento y/o por observaciones y recomendaciones justificadas de a través de la participación ciudadana

6. Es urgente actualizar estos instrumentos de planeación en los municipios que cuenten con ellos.

7. Es importante limitar las lotificaciones, venta de predios y construcciones en zonas de riesgo aun cuando no esté actualizado el Atlas de Riesgo y el PMDUS.