En ese contexto, su hijo, Eduardo García Casas, heredero de la tradición empresarial de “El Pichón”, afirmó que “realmente fue un gran formador de empresarios, un empresario exitoso; al día de hoy su empresa factura 48 millones de pesos al año y tiene cero pasivos”, pero además, recordó que al fallecer dejó una reserva territorial de 55 mil metros urbanizados y cero deudas.
“Dejó una empresa sumamente sana, este año logramos crecer a un ritmo de 10 por ciento cuando la economía está creciendo en 1.3 por ciento; nos dejó las bases firmes y sólidas, nos corresponde a nosotros seguir su legado y continuar con éxito en el ámbito empresarial”.
En entrevista, Eduardo García Casas afirmó que su padre no fue un hombre de la derecha poblana, pero realmente lo encasillaron en la derecha poblana, más bien —dijo— era un hombre de centro que defendía la libre empresa y por eso lo encasillaron en la derecha pero tuvo muchas fricciones con la extrema derecha, al grado que lo sacaron del patronato de la UPAEP.
“Yo no lo defino como un hombre de la derecha, más bien era un empresario comprometido con el país, que le tocó una época donde te encasillaban en extremos”.
Los políticos que se enriquecen en lo público
Para García Casas, la gran lección que dejó su padre es que no hay que dejar de participar como sociedad civil, pero también exigirle al gobierno que cumpla con sus responsabilidades: “Lo que a mí me preocupa mucho es que con la democracia los políticos llegaron a enriquecerse, por lo tanto, la pirámide social cambió, porque antes eran los empresarios y después los políticos, pero ahora los políticos están arriba con todo lo que se embolsan sin trabajar; es denigrante que un empresario tenga que sufrir para hacer un capital y tengan que pasar varias generaciones, cuando los políticos en 5 o 6 años acumulan más riqueza que cualquier empresario promedio, entonces, con eso, la democracia vino a darle en la torre al país”.
Ante eso, reveló que el compromiso que tienen los empresarios en la actualidad es generar mayores empleos y mejor remunerados, porque esa es la contribución para tienen que consolidar con el país.
“Seguir en lo que hacemos, pagar nuestros impuestos y generar empleos mejor pagados”.
Eduardo García Casas dijo que hoy en día no les queda mayor opción que seguir con la participación permanente desde la trinchera del empresariado, “y vamos a seguir participando pero siempre en el ámbito empresarial”, por lo que retomó el trabajo realizado por García Suárez.
“Hay algo muy trascendente de él, nunca ocupó un puesto político, nunca recibió un hueso de nada y nunca recibió un sueldo público, todo lo hizo desde la trinchera empresarial; no que ahora los líderes empresariales andan saltando de un lugar a otro para ver qué hueso consiguen, quieren ser regidores, diputados locales; el empresario se debe dedicar a su negocio, a producir empleos, no a estar brincando en puestos públicos”.