La calificadora Standard & Poors (S&P) confirmó este viernes su calificación de riesgo crediticio de largo plazo en escala nacional, -CaVal-, de mxBBB+ del estado de Guerrero y revisó la perspectiva de esta entidad de estable a negativa.

La revisión de la perspectiva a negativa se basa en su expectativa de que la creciente inseguridad y descontento social podrían presionar el gasto operativo de Guerrero, lo que reduciría sus superávits operativos y ampliaría sus déficits después de gastos de inversión (capex) durante 2014-2016.

La revisión de la perspectiva también incorpora la inestabilidad institucional en la entidad y la falta de claridad de la planeación financiera del recién designado equipo de administración financiera.

La calificación de Guerrero refleja la evaluación de S&P sobre su economía y flexibilidad financiera como muy débiles, y su posición de liquidez que considera menos que adecuada.

Por otro lado, la calificación está respaldada por un muy bajo nivel de deuda del estado. La calificación también considera el marco institucional dentro del cual opera Guerrero, el cual S&P evalúa como en evolución y desbalanceado.

De acuerdo con su escenario negativo para 2014-2016, los superávits operativos de Guerrero podrían descender por debajo de 2% de sus ingresos operativos o en torno a 800 millones de pesos, en comparación con el promedio de 6% en 2011-2013.

Atender los problemas de seguridad pública y dar respaldo a los municipios más afectados por la violencia incrementaría el gasto operativo del estado.

Para 2014-1016, su escenario negativo también considera que después de un gasto de inversión que alcanzarían cinco mil millones de pesos o 10% de los gastos totales, el déficit de Guerrero superaría mil millones de pesos.

En octubre de 2014, se designó una nueva administración financiera, después de que el Congreso del estado nombrara un gobernador interino tras la renuncia del anterior, en medio de crecientes protestas. El principal desafío de esta administración será mitigar el impacto financiero derivado de la creciente inseguridad hasta que una nueva administración asuma el cargo en septiembre de 2015.

En opinión de S&P, estos cambios recientes reflejan la actual inestabilidad institucional de Guerrero. Además la planeación financiera y metas del nuevo equipo de administración financiera todavía no son claras. Sin embargo, el gobierno federal respalda fuertemente las finanzas del estado mediante transferencias regulares y extraordinarias.

Como ocurre en otros estados mexicanos, la inseguridad afectaría la economía de Guerrero. El turismo representa una parte importante del PIB de la entidad y esta agencia calificadora prevé un descenso en la actividad turística en los próximos 12 meses.

Además, de acuerdo con cifras oficiales, el PIB per cápita de Guerrero para 2013 era de cinco mil 27 millones de pesos, inferior al de sus pares como los estados de Michoacán (6,018) e Hidalgo (7,037), así como del promedio nacional de 11 mil 131.

El bajo PIB per cápita limita la capacidad del Estado para aumentar sus ingresos propios, que probablemente representarán alrededor de 5% de sus ingresos operativos en los próximos dos años. De acuerdo con los criterios de S&P, la combinación de bajos ingresos propios y gasto de inversión de Guerrero derivan en una flexibilidad financiera muy débil.

Liquidez

Standard & Poors consideró que la liquidez de Guerrero es menos que adecuada, de acuerdo con sus criterios y cubrirá aproximadamente 79% de su servicio de la deuda en 2014. La evaluación de la liquidez de S&P incluye efectivo promedio libre en 2013 y la generación de efectivo estimada para 2014.

Al 30 de junio de 2014, el efectivo del estado sumaba 2,700 millones de pesos, que es más del doble de sus cuentas por pagar por mil 200 millones. No obstante, espera que Guerrero financie parte del déficit proyectado para 2014 con sus cuentas por pagar, lo que reducirá la brecha entre el efectivo y sus cuentas por pagar hacia el cierre del año fiscal 2014. 

Aunque el estado no tiene un acceso activo a la liquidez externa, indica que lo considera como satisfactorio, dado la cartera fuerte y diversificado de bancos locales, lo que se refleja en nuestro Análisis de Riesgo de la Industria Bancaria por País (BICRA, por sus siglas en inglés) de México de 4.

Perspectiva

La perspectiva negativa refleja nuestra expectativa de que el superávit operativo de Guerrero podría caer por debajo de 2% y que sus déficits después de gastos de inversión se mantendrán consistentemente por arriba de los mil millones de pesos.

Este escenario deterioraría la posición de liquidez del Estado y podría dar por resultado mayores niveles de deuda, lo que nos llevaría a bajar la calificación. Podríamos revisar la perspectiva a estable si el estado registra superávits después de gasto de inversión en 2014-2015, y si la nueva administración financiera puede presentar una estrategia financiera clara para los años siguientes, destacó S&P.