“En la discusión por la reforma energética, el PRI de Puebla respaldará la propuesta del presidente de la República, Enrique Peña Nieto”, señala el diputado local electo Pablo Fernández del Campo.
“Hemos estado presentado diversas iniciativas que se vienen a enriquecer con la que está presentando el presidente de la República, y ésta recoge el sentido de la propuesta ofertada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, del manejo de hidrocarburos que debe tener nuestro país. Sin necesariamente privatizarse, sí pueda tener un amplio margen financiero para que de ahí pueda aprovecharse de mejor manera todo este tema, que es crucial para los mexicanos y que paradójicamente nos cuesta más de lo que debería de costar.”
Esta semana el dirigente delegado estatal del tricolor, Fernández del Campo, acudirá a la ciudad de México para respaldar, con los dirigentes estatales y los órganos partidistas a nivel nacional, la iniciativa de reforma energética impulsada por Peña Nieto.
A su vez, Pablo Fernández del Campo descartó que los partidos de oposición ocupen la discusión de la reforma energética para avanzar en sus proyectos particulares: “Yo confío en el llamado que ha hecho el presidente de la República y sobre todo la conducta política del presidente en el Pacto por México y la firma del addendum para que los partidos políticos de oposición, en especial el PAN y el PRD, pongan por encima los intereses de México sobre los intereses particulares”.
Fernández del Campo estimó que la reforma avanzará y que, en caso de que los partidos políticos de oposición no quieran respaldar la reforma, el PRI hará valer su mayoría simple en ambas Cámaras: “Hay condiciones para que los partidos políticos se puedan sumar. En la democracia las mayorías cuentan y, en su caso, sino se sumaran, nos estaríamos yendo por la mayoría”.
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La iniciativa presentada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, señala, entre los beneficios de la misma, que la inversión y los recursos fiscales que se obtengan de concretarse las reformas propuestas, permitirán a México consolidar un modelo de hidrocarburos sostenible en el largo plazo, pensando en el bienestar de futuras generaciones. Así, con la reforma se plantean los siguientes objetivos de la política de hidrocarburos: lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores al 100 por ciento. Ello significa que el incremento de la producción estaría acompañado del descubrimiento de igual o mayor volumen de reservas. Incrementar la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles diarios actualmente, a 3 millones en 2018, así como a 3.5 millones en 2025. En el caso del gas natural, la producción aumentaría de los 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios que se producen actualmente, a 8 mil millones en 2018, así como a 10 mil 400 millones en 2025.
Adicionalmente, la reforma propiciará una mayor integración en la cadena de valor a partir de la extracción de los hidrocarburos, lo que permitirá un abasto suficiente de gasolinas, gas metano y gas licuado de petróleo, a precios competitivos.
El incremento en la inversión y la producción incidirá favorablemente en el crecimiento del Producto Interno Bruto y en la generación de empleos, al mismo tiempo que permitirá la obtención de recursos fiscales adicionales, que se destinarán fundamentalmente a las siguientes actividades, enfocadas a mejorar la calidad de vida de la población e incrementar la competitividad de nuestro país: Fortalecer nuestro sistema de seguridad social para abatir decididamente a la pobreza extrema y crear mecanismos de redistribución eficaces, combatiendo al hambre y mejorando los servicios de salud pública. Los ingresos fiscales adicionales servirán para que los grupos más vulnerables tengan la oportunidad de desarrollarse, mejorar sus condiciones de vida y contribuir a la competitividad del país. Otra de las actividades implica formar a las nuevas generaciones con educación de calidad y desarrollar capacidades profesionales. Así, nuestro país podrá aprovechar su bono demográfico y generar un número creciente de trabajadores de alta especialidad técnica. Además, se impulsará el desarrollo tecnológico nacional dirigiendo claramente los esfuerzos a obtener soluciones acordes con los nuevos retos geológicos.
La propuesta
Fortalecimiento del papel del Estado como rector de la industria petrolera. Dotarle de nuevas herramientas para la definición y conducción de la política energética del país, que permitan una adecuada y prudente administración del patrimonio petrolero nacional.
Crecimiento económico. México está llamado a aprovechar sus recursos energéticos en favor de mayor inversión y generación de más empleos, a partir de iniciativas que promuevan el abasto de energía en cantidades suficientes y a costos competitivos.
Desarrollo incluyente. El acceso a la energía permitirá democratizar la productividad y la calidad de vida de la población en las distintas regiones del país.
Seguridad energética. Se debe aprovechar la disponibilidad de energía primaria en el territorio nacional para lograr la procuración continua, diversificada y económica del suministro energético para ésta y las siguientes generaciones.
Transparencia. Garantizar a los mexicanos el adecuado acceso a la información sobre la administración del patrimonio energético nacional.
Sustentabilidad y protección del medio ambiente. Es posible mitigar los efectos negativos que la producción y el consumo de energías fósiles puedan tener sobre la salud y el medio ambiente, mediante la mayor disponibilidad de fuentes de energía más limpias.