En la Secretaría General de Gobierno un buen número de empleados “manzanillistas” estaban listos para irse a la campaña, al grado que anunciaron su renuncia. Y que anuncia su renuncia Fernando Manzanilla Prieto. Así todos felices y contentos esperaban los tiempos, hasta planes ya hacían de estrategias electorales. Pero empezaron a pasar los días, y nada. Y pasaban las horas, y nada. Y que llega Luis Maldonado con su gente, y nada.
Finalmente, hace unos días el llanto no se hizo esperar: Manzanilla no hará campaña e ira por la vía plurinominal. ¿Y su equipo?… Como “novias de pueblo”, ahora buscando chamba. Por cierto, Luis Maldonado llegó a demostrar cómo se debe ser un real jefe de gabinete. Clarísimo el mensaje al advertir a los titulares de las dependencias que Casa Aguayo no va a ser donde se diriman los problemas. Simple, lo debe hacer cada uno, ojalá no sólo haya escuchado Bernardo Huerta, sino que lo entienda, luego de que le “estalló” el metrobús en la cara.
¿Y la comunicación?
La semana pasada, mientras llovían renuncias en el gabinete del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, a su área de Comunicación “le pasó de noche”. Fue increíble que desde la oficina encargada a Marcelo García Almaguer y de la de Fernando Crisanto no se emitiera ningún comunicado con las renuncias que estaban surgiendo a borbotones. Sólo se emitían comunicados de las presentaciones en rueda de prensa de los nuevos integrantes morenovallistas, anunciadas por el mismo mandatario, mientras “sólo se corrían rumores” de otras renuncias. Esta situación dejó al desnudo, que en materia de comunicación, al parecer quien lleva la batuta es nada menos que el mismo gobernador, ya que no se publica nada que no salga de su propia boca. Así que las diferencias que tienen García Almaguer y Crisanto Campos pasan a segundo término cuando el que manda, manda. Lo cierto es que esta opacidad es la huella de la actual administración y para saber eso no se necesitan estudios como el de Artículo 19 y Fundar.
Marchas forzadas
Este miércoles, Alfonso Esparza Ortiz vivió su primer día en forma, como rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). Llegó desde temprano a su oficina, donde por primera vez se sentó en el sillón detrás del escritorio. Pero en lugar de ponerse a soñar y decir el clásico “sí se pudo”, se puso a trabajar y llamó a todos los directores y a su equipo de trabajo. Y es que Alfonso Esparza no puede perder ni un minuto ante la cercanía de las elecciones en el mes de septiembre. Y es que si quiere continuar sentándose cómodamente en ese sillón y no quedar sólo como rector sustituto, primero tiene que posicionarse entre los universitarios, tanto académicos, administrativos como estudiantes. Un duro trabajo le espera, y más por la premura del tiempo.
Pero tiene algo bueno a su favor que no sucede en otros entes de la política. A Alfonso sí le conviene ser marcado como parte de su antecesor, a diferencia de los políticos, quienes tienen que deslindarse inmediatamente. En este caso, su antecesor, Enrique Agüera, sí hizo un buen trabajo y deja buena imagen, por lo que ahora debe Alfonso Esparza hacer ver que él fue parte de ese crecimiento y posicionamiento de la universidad. Así que en estos días tal vez veremos a un Esparza gastándose las suelas por cada una de las unidades académicas. Claro, si ese es su objetivo. Estaremos pendientes.
La Tremenda Corte
Hace unos días, el encargado de comunicación del Tribunal Superior de Justicia llevó a cabo un acercamiento entre periodistas de la fuente con el magistrado presidente, Roberto Flores Toledano, en las mismas instalaciones del Poder Judicial. Todo sería normal, ya que apenas lleva dos meses en el cargo, sino se hubieran registrado dos incidentes. 1. La invitación la giró a unos cuantos medios, de los llamados “cómodos”; sin embargo, otros comunicólogos se enteraron (entre ellos Intolerancia) y se hicieron presentes, para ver de qué se trataba. 2. A pesar de que era de “acercamiento”, el encargado de la Comunicación Social, Norberto Zúñiga, se vio desesperado hasta en tres ocasiones interrumpiendo la entrevista, para evitar preguntas no agradables. Lo único bueno que salió de la reunión es que el magistrado fue enterado por los reporteros en un curso “fast track” sobre la materia de transparencia, por lo que prometió analizar las situaciones legales de poder acercar al TSJ a Infomex.