A 47 días de que termine la larga, mejor dicho, larguísima gestión de Adolfo López Badillo al frente de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDH), el Congreso del Estado aún no emite la convocatoria para el relevo.
Pero ya se trabaja en ello.
Sin embargo, aunque usted no lo crea, jurídicamente el señor López, tiene la posibilidad se ser ratificado por los legisladores.
Claro, sus posibilidades son nulas.
El artículo 8 de la ley vigente, señala en su fracción 6 que el presidente de la CDH durará cinco años en el cargo, pudiendo ser ratificado por el Congreso estatal sin mediar convocatoria alguna.
No hay impedimento para el señor López de poder ser ratificado o poder inscribirse a una convocatoria.
Impedimento jurídico no lo tiene, pero social, moral y éticamente pululan las barreras.
El procedimiento actual indica que el Congreso publicará la convocatoria a través de la Gran Comisión, dentro del plazo de 15 días hábiles previos a la conclusión del mandato del titular.
Tiempo al tiempo.
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Los impedimentos
La gestión del señor López, que inició el 29 de julio de 2011, fue una creación total del morenovallismo, ahora desaparecido.
El extinto gobernador tenía todo planeado para lo que sería su administración de terror, por lo que la CDH era primordial para que no le estallaran en la cara sus planes.
Para esto, surge la figura de López Badillo, recomendado por quien fuera el secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública del estado, Juan Pablo Piña Kurczyn.
Lo sentaron, le comentaron como estaría el asunto y aceptó.
De este modo fue palomeado por Rafael Moreno Valle.
Ya bajo la protección y con el compromiso con el morenovallismo, empezó el trabajo.
Sus primeros seis años no hubo ni una postura ante los centenares de presos políticos, ni de ataques policíacos como el de Chalchihuapan, donde murió el niño José Luis Tlehuatle Tamayo.
Mucho menos hubo posición de los más de 14 mil despedidos, cuando en el mismo organismo también hubo (y siguen) carreteras de personal dado de baja injustificadamente.
Asimismo, tuvieron que pasar tres años y 424 feminicidios con 128 mujeres desaparecidas, para que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla solicitara la Alerta de Género.
Además la gestión de Adolfo López Badillo, caracterizó, además de sus pobres resultados en defensa de derechos humanos, en terrorismo laboral.
La práctica de despidos fue una constante en toda la administración.
Ahora, ocho años después, este es el historial de recomendaciones:
- 2018: 16
- 2017: 13
- 2016: 9
- 2015: 26
- 2014: 34
- 2013: 36
- 2012: 24
- 2011: 26
Fuentes de la CDH han señalado de manera constante que existen quejas de ciudadanos a quienes simplemente no se les toma en cuenta su denuncia, ya que se les convence que no procederá.
Por eso las magras cifras.
Finalmente hace unos días el gobernador electo, Luis Miguel Barbosa Huerta, señaló que habría cambios, lo que confirmaría el fin del oscurantismo de la CDH.
Una luz por fin se ve al final del túnel.
Sólo es cosa de esperar.