En la región de Sevilla, frente al Mediterráneo, en España habita un ciudadano que admira y cultiva la obra de un poblano olvidado en su tierra. Se trata de José Luis Morro, un apasionado estudioso de la historia de Gilberto Bosques Saldívar.

Dedicado a impartir conferencia en Alemania, Francia y una buena cantidad de universidades españolas sobre la vida y trayectoria de este mixteca universal a quien le debieron la vida judíos y españoles perseguidos por Adolfo Hitler y Francisco Franco.

Morro aceptó a conversar en el programa #ParabólicaTV que se transmite este viernes a las 14:00 horas, tiempo de México, sobre dos principios clave: la aportación del trabajo de Bosques en momentos críticos en la historia del mundo y el olvido oficial.

Para este ciudadano español, convertido de facto en el biógrafo de un referente en Europa de la solidaridad del Estado Mexicano con los perseguidos de las atrocidades del totalitarismo en medio del siglo pasado, Gilberto Bosques fue un exiliado más del avilacamachismo.

Por ello resultará de una enorme aportación al conocimiento escueto del perfil del mixteco olvidado por sus paisanos.

Y coincide con una iniciativa emprendida por el activista Brahim Zamora, comprometido con las mejores causas de la sociedad, quien a través de la plataforma Change.org para gestionar ante la presidencia municipal de Puebla imponer el nombre del diplomático mexicano en una de las calles, avenidas o bulevares.

La propuesta resulta del mayor interés porque significa un acto de justicia para un personaje que desde su origen en Chiautla de Tapia hasta la embajada de México en Francia abrazó siempre las causas de los más desprotegidos.

Reconocido por el exilio español en nuestro país y por la comunidad judía que pudo obtener documentación necesaria para abandonar sus lugares de origen lastimados por los despropósitos del extremismo, el mixteco ha pasado con más pena que gloria en la historia oficial.

Por eso conviene escuchar a este español dedicado a estudiar y difundir la trayectoria y obra de un poblano universal a quien también desprecia el conservadurismo rampante.

La ejecución del empresario que en vida llevó el nombre de Alfredo Colimoro Sarellano, en la colonia Anzures de la capital podría dar un nuevo vuelco.

No sólo porque finalmente la Fiscalía General del Estado confirmó la versión de que sus presuntos secuestradores en realidad son matones a sueldo provenientes del estado de Veracruz.

Los trabajos periciales y de inteligencia permitieron encontrar una conversación en el servicio de mensajería de la telefonía móvil de uno de los sicarios con el presunto autor intelectual de la muerte de la víctima.

Fue quien pagó por la muerte de Colimoro Sarellano. Una fuente de alto nivel dijo al autor de esta columna que detrás de la historia de la ejecución existe un ‘episodio de terror’.

@FerMaldonadoMX