Uno de los principales objetivos de la transparencia es precisamente que la información fluya sin trabas y lo más práctico posible para la ciudadanía.
Pero al parecer para el Instituto de Acceso a la Información Pública de Puebla (ITAIP) o para la actual presidenta Marcela Carcaño, este espíritu de la ley es lo de menos.
El chiste pareciera ser emitir multas al por mayor y clases de ética.
El área de la presidencia de Marcela Carcaño no ha emitido las debidas capacitaciones a los sujetos obligados, para que esa información fluyera.
Desde el 5 de mayo de 2017, sindicatos, partidos, poderes estatales y entes autónomos, entre otros, debieron publicar datos relativos a gastos de publicidad, viáticos, pasajes de servidores públicos, así como sueldos y salarios de quienes los integran.
La Ley General de Transparencia y Acceso de la Información Pública establece 48 obligaciones genéricas que deben ser reportadas en la PNT, de lo contrario, habrá sanciones económicas y administrativas.
Sin embargo, pocos lo están haciendo en Puebla.
Por eso el alto número de sancionados.
Muchos de estos sujetos obligados están cayendo en omisiones por una cuestión o estrategia de opacidad a propósito.
Pero también es cierto, que la gran mayoría lo hace por la falta de capacitación que tienen sus encargados de las Unidades de Acceso a la Información.
Sobre todo ahora que vinieron a cascada los cambios tanto en el gobierno estatal, como en los ayuntamientos.
De esa capacitación la encargada es la presidenta del ITAIP.
Sin embargo, haciendo una leve revisión al portal del organismo garante de la transparencia en Puebla, nos damos cuenta de que esas capacitaciones no están llegando o al menos se están dando en otros ámbitos.
Tal vez con ese afán de unirse o quedar bien con la 4T a Marcela Carcaño, le interesa más impartir capacitaciones en la materia de ética, que todo el tecnicismo para subir los documentos o información en las plataformas.
Por eso ahora, todos reprueban y las multas están por doquier.
Ahora el ITAIP, está estipulando con cuánto dinero multará a cada uno de los sujetos obligados que han sido opacos.
Y es que espera el número de casos o duplicidades, para hacer la revisión y entonces empezar a multar.
Tiempo al tiempo.
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Sin evitar el precipicio
El plazo de la verificación de la información que debió transparentarse venció el pasado 4 de septiembre, luego de que se les concedió diversas prorrogas para cumplir a los que ahora serán sancionados.
El 11 de junio fue cuando venció el primer plazo de cumplimiento, pero a los que fallaron se les dieron otros 20 días con previa notificación para que solventaran las observaciones tanto en su página de internet, como en la PNT.
Una vez que fenecieron esos 20 días hábiles, se les requirió para el 28 de agosto mediante oficio enviado por intranet por segunda ocasión, otorgando otros cinco días para que cumplieran las observaciones.
Pero otra vez que feneció el periodo el 4 de septiembre pasado, por lo que ya se da el incumplimiento de los sujetos obligados.
Por eso 143 de 340 sujetos obligados están en incumplimiento.
Lo que llama la atención es que en todo ese tiempo, no hubo acercamientos o tratar de impedir por medios de capacitaciones que tantos sujetos obligados incumplieran.
Finalmente ese sería el objetivo o espíritu del ITAIP, transparentar, no multar.
Claro, que también se puede alegar que los sujetos obligados incumplen a propósito.
Pero les aseguro que son los menos, la mayoría es por la falta de capacitación, sobre todo cuanto la impartición de la materia de ética es la prioridad.
Si no fuera así, los números no serían tan alarmantes.
Ahora, seis partidos políticos, 131 de 217 municipios y diversas dependencias, serán sancionados económicamente por la opacidad o incumplimiento en sus obligaciones de transparencia.
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Información es poder
La promoción de la cultura de la transparencia es fundamental: una sociedad informada no surge por generación espontánea, es necesaria la educación a través de estrategias eficientes y eficaces, de tal modo que aquella sea cada vez más activa respecto al conocimiento de la información de lo público.
A través de las libertades informativas se puede llegar a una mayor y mejor participación en los asuntos que nos competen a todos.
De tal suerte que el gobernado no sólo observe, sino también participe activamente de manera crítica y deliberativa.
Información es poder.
¿Por eso muchos no sueltan la información?
De ahí la importancia de la transparencia.