Aunque los principios del partido lopezobradorista son no mentir, no robar y no traicionar, parece que a algunos morenistas se les olvidaron los compromisos que tantas veces repitió Andrés Manuel.
Una suma de 34 millones de pesos está “pérdida” o al menos no comprobada correctamente en el partido que hoy ostenta los gobiernos municipal, estatal y federal, así como los congresos local y federal.
Le cuento que los 34 millones de pesos en cuestión estaban destinados a la compra de un inmueble en Puebla para lograr que Morena tuviera una sede propia en la entidad y así dejara de pagar rentas, como actualmente sucede con la casa de Prados Agua Azul.
Pero algo pasó y no se adquirió ninguna propiedad para el partido. Tampoco se sabe, hoy por hoy, qué pasó con ese dinero.
Ante la falta de transparencia, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena ordenó el reinició de una auditoría al ejercicio fiscal de 2019 y a los estados de cuenta del primer trimestre de 2020.
Pero si usted aún cree que esta revisión es sólo para encontrar los 34 millones de pesos o evitar algún desfalco a la nación, déjeme decirle que en Morena, al igual que en el PRI, el PAN o cualquier otro partido político, la revisión contable lleva otra intención.
Las presuntas irregularidades financieras y las consecuencias que de ellas deriven tienen un claro mensaje para Yeidckol Polevnsky, la líder nacional de este partido.
¿Le suena conocida la historia?
¿No que Morena era diferente?
Las respuestas a estas y otras interrogantes llegarán pronto, porque la información de las auditorías deberá entregarse durante los próximos 30 días.
Además del mensaje a Yeidckol Polevnsky, las auditorias nos permitirán conocer cómo, cuánto y en qué se utilizaron los recursos que el pueblo bueno le entregó al Movimiento Regeneración Nacional en Puebla, sin duda una información interesante para evaluar si los principios de AMLO se respetan o no.
Mil muertos, un récord doloroso
Ayer el reporte federal sobre el Coronavirus nos sorprendió una vez más. Entre el lunes y el martes, es decir en tan sólo 24 horas, el número de muertos por el Covid-19 se elevó en mil 092 personas.
Ni tardo ni perezoso, el subsecretario Hugo López-Gatell explicó que la cifra no quiere decir que en el último día, más de mil víctimas fallecieran por el virus y detalló que los cortes contabilizan casos de días antes, lo que en algún momento de la pandemia llamó como “muertes sospechosas”.
Más allá de los eufemismos o de que algunas muertes se reporten con varios días de retraso, lo realmente preocupante es que el número de fallecidos cada día marque cifras históricas y a pesar de ello se haya concluido con la Jornada Nacional de Sana Distancia o que las giras presidenciales continúen contra, literalmente, viento y marea.