En menos de cinco meses estaremos arrancando el proceso electoral 2020-2021, uno que será muy peculiar porque ahora deberán clasificarse como el antes y después de la pandemia. Una de las primeras preocupaciones será saber si estamos preparados para evitar la manipulación de los sistemas en las votaciones que serán con Sana Distancia.

Ayer la Sala Regional Guadalajara del TEPJF, que preside el poblano Jorge Sánchez Morales y, la Escuela Judicial Electoral organizaron el panel La Democracia en América Latina en época de pandemia”, mostrando lo que serán las elecciones del próximo año, donde si se mantiene el sistema tradicional, la gente tendrá que ir con cubrebocas o, careta, y en los centros de votación tendrá que haber gel antibacterial.

Pero también se habló de que podría haber casillas para adultos mayores para evitar arriesgarlos o encontrar mecanismos para evitar que los abuelitos hagan grandes filas.

En el tema de las campañas, estas también dejarán de ser los clásicos mítines donde las y los candidatos saluden y abracen a cuantos ciudadanos se les crucen. Para evitar contagios, tendrán que ser por redes sociales, se suspenderán las visitas casa por casa. En resumen, los políticos deberán reinventarse.

Pero en todo este proceso hay un tema que se tiene que acelerar. Hablamos del voto electrónico. Tenemos que ser capaces de lograr un sistema blindado con el cual se pueda votar desde una tableta o teléfono celular, con representantes electorales a distancia, y con observadores electorales online.

El magistrado de la Sala Superior del Tribunal, José Luis Vargas Valdés, puso el dedo en la llaga, las “granjas de bots”, y reconoció que de no proteger el sistema digital, el proceso electoral será endeble, ya que hay quienes tienen los datos personales de los electores y pueden hacer mal uso de ellos.

Es posible que en el nuevo escenario, las urnas embarazadas, o el ratón loco, sean prácticas de la era de los Picapiedra, el fraude electoral se podría dar por otras vías, ahora electrónicas.

El representante de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Francisco Guerrero, dijo que los países tienen que legislar en materia electoral y advirtió que no se debe hacer sobre las rodillas: “Si entramos democráticos en la pandemia, tenemos que salir democráticos, pero la democracia no puede ser otra víctima de la pandemia, y no puede estar en cuarentena.”

Habrá que ver de qué están hechos los diputados federales y locales, así como el INE para acelerar una reforma electoral, y que el próximo año, podamos llegar a las elecciones intermedias con un proceso que además de cuidar la salud de los mexicanos, sea un ejemplo en materia electoral. En México tenemos las mentes brillantes para lograrlo, pero ¿Habrá voluntad política?

Veremos y diremos.

Jalisco, víctima de la 4T

El caso de Giovanni López, un albañil que murió después de ser detenido y golpeado por policías municipales de Ixtlahuacán, es sin duda motivo suficiente para la manifestación pacífica y para exigir justicia en las calles no sólo de Jalisco, sino en todo México.

Lo que no se vale, es que la Cuarta Transformación rescate el video de una agresión brutal de hace un mes para armar disturbios en el centro de Guadalajara, quemar patrullas, romper vidrios y en el exceso, prenderle fuego a policías.

Fue el propio gobernador, Enrique Alfaro, quien acusó que desde la federación, un grupo de agitadores se infiltró en las manifestaciones que ayer acapararon los noticieros.

Lástima que para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sea más importante desviar la atención por la crisis del coronavirus, que exigir justicia para un hombre de 30 años que fue víctima del abuso de un grupo de policías.