El presidente Andrés Manuel López Obrador trae mal ánimo social y con esa condición llega este miércoles a Puebla.
Privan la polarización propiciada desde las mañaneras en Palacio Nacional, la virulencia de sectores empresariales, la incertidumbre entre familias clasemedieras, rehenes de las fake, la desinformación news y la ignorancia alimentada por redes sociales son caldo de cultivo de los últimos meses.
En el marco del reinicio de las giras de López Obrador la variable de mayor peso es la pandemia, la crisis de salud mental, anímica y económica.
De acuerdo con una encuesta del despacho Indicadores SC, el primer presidente con más inclinación a la izquierda en México desde que Lázaro Cárdenas del Río gobernó al país, ha perdido entre diciembre y mayo más de 11 puntos de aprobación, al pasar de 61.9 a 50.5 y según la gráfica la caída más pronunciada se registra en el mes de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria derivada del Coronavirus.
El mal humor social también se muestra en el segmento que sugiere mayor desencanto por la forma de ejercer el mandato.
Indicadores SC, del encuestador Elías Aguilar, preguntó sobre los renglones que más decepción ha causado en el gobierno de la Cuarta Transformación, entre los cuales destaca la generación de empleos (29.4 por ciento), Covid-19 (26.1 por ciento), disminución de apoyos a la educación (21.8 por ciento), quitó apoyos a niños con cáncer (19.9 por ciento), no hay medicinas que antes eran gratuitas (19.9 por ciento), pactó con el narcotráfico (13.9 por ciento), y que no hay mano firme contra la delincuencia (13.9 por ciento).
Y si en 2018 un Andrés Manuel López Obrador como candidato fue factor de cambio en el escenario electoral, ahora asoma un efecto contrario, lo que celebra una amplia gama de actores de la vida pública que acarician el retorno del status quo del pasado reciente.
Ahí están los dirigentes del PAN, lo que queda del PRD, el Movimiento Ciudadano, el PRI y hasta nuevas fuerzas políticas como México Libre y Redes Sociales Progresistas; empresarios de toda índole, dueños y directores de medios, y hasta ex aliados como Fernando Manzanilla y José Juan Espinosa.
El Movimiento Regeneración Nacional que vive un momento fratricida, registra una caída en la aceptación ciudadana en Puebla hasta por debajo de ocho puntos con respecto al Partido Acción Nacional, al pasar de 33.4 a 28.5 por ciento, mientras que el PAN registró un incremento de 34.5 a 36.5 puntos.
Ese escenario electoral lo comparten con ánimo celebratorio los detractores del nuevo régimen que parece naufragar a un año de que se celebre el primer proceso electivo sin Andrés Manuel en la boleta, lo que también infringe una nueva dinámica electoral.