El domingo 20 de julio de 2014, Víctor Carrancá y Facundo Rosas, vieron a un iracundo Rafael Moreno Valle imponiendo todo el peso del Estado a algunos directores de medios de comunicación. La instrucción era clara, guardando las proporciones, se trató de “la verdad histórica” sobre el Caso Chalchihuapan, el fallido operativo y la muerte del menor José Luis.
El Centro Integral de Servicios (CIS) de la Vía Atlixcáyotl se convirtió en el búnker del morenovallismo desde donde se tiró línea a los medios afines a Rafael para, al unísono, culpar a los manifestantes de llevar menores en la primera línea de protesta.
Las mentiras abundaron en esa “secreta” reunión de la cual Intolerancia Diario, en el lente de Mireya Novo, dio cuenta.
La teoría del cohetón, las cabezas de marrano y algunas otras aberraciones nacieron en esa exposición. Sobre la verdadera responsabilidad del gobierno y los mandos que coordinaban el operativo de desalojo no se dijo ni media palabra.
Apoyado en un video, fotografías y su palabra, Rafael contó una historia “mal armada y mal argumentada” reveló uno de los asistentes y así lo contamos en la nota de esta casa editorial titulada “RMV expone su versión; excluye a medios críticos” de la cual retomamos un fragmento:
La larga cita nos permite reiterar que desde el día 1 del caso Chalchihuapan denunciamos que tanto el ex secretario de Seguridad Pública Facundo Rosas, como el entonces procurador del Estado, Víctor Carrancá; montaron uno más de los espectáculos a los que se hicieron afectos los alumnos de Genaro García Luna.
Y en el colmo del cinismo, ese mismo día, después de 26 horas, Doña Elia recibió del forense el cuerpo de su hijo. Previamente a los médicos se les obligó a mantenerlo 10 días conectado a maquinas que lo mantenían con vida pese a que ya se le había decretado muerte cerebral.
Sí, la indignación continúa; la exigencia de justicia es alta pero si realmente esta administración quiere llegar al fondo y deslindar responsabilidades, lo primero que el fiscal Gilberto Higuera deberá hacer, será citar a declarar tanto a su antecesor como a Facundo Rosas.
El exsecretario de Seguridad Pública deberá responderle a los poblanos ¿estuvo o no en el sitio?, ¿dio la orden de lanzar las balas de goma?, ¿quién le indicó reprimir o fue decisión personal?
Con las acciones penales y legales que se realicen en los próximos días podremos saber si realmente se trata de una reparación del daño y de la impartición de justicia o simplemente se busca lucrar electoralmente con el peor episodio del morenovallismo.
Veremos y diremos.