Durante la madrugada del miércoles, los diputados federales aprobaron un presupuesto que más que una repartición equitativa del gasto, es la firma de un cheque en blanco para que el Tlatoani cumpla sus caprichos.

Es increíble que todos los estados y en general, todo el país, tengan que apretarse el cinturón para pagar los caprichos del viejito necio como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto de Santa Lucía.

En términos reales, entre lo que se gastará este 2020 y lo que se va a destinar para 2021 sólo hay una diferencia de -0.3 por ciento. Básicamente la hacienda nacional considera los mismos pesos y centavos que el año pasado y eso que diputados de la oposición acusaron que se trataba de un presupuesto por demás “optimista”.

El punto es que uno entendería, que dado que el monto total de lo aprobado es muy similar al de este año, el recorte en los estados sería cuando mucho del 1 por ciento, pero no, la trasquilada fue mayúscula.

En Puebla este año tuvimos 90 mil 088 millones de pesos y para el siguiente sólo serán 83 mil 259 millones de pesos, es decir que en un año los poblanos perdimos 6 mil 829 millones de pesos.

Para que nos demos una idea, lo que dejaremos de percibir es similar al presupuesto de año y medio del Ayuntamiento de Puebla, así la estocada.

Es verdad que estamos a la espera que entre las más de mil reservas a la Ley se puedan rescatar algunos pesos, pero después de todo un día de deliberaciones, el optimismo se acaba y no se ve claro que podamos tener ninguna parte de la bolsa federal, porque insisto, la indicación es firme, sólo hay fondos para los programas de AMLO.

Con contadas excepciones, uno se pregunta, ¿Dónde están nuestros flamantes diputados federales?, ¿Por qué la bancada de Morena, la más numerosa no levantó ni un dedo para evitar la trasquilada?, ¿Por qué la legisladora Nay Salvatori no hizo un Tik Tok desde el salón de pleno con alguna coreografía pegajosa, denunciando el atropello?

¿De qué nos sirve que quien preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo) sea el poblano Ignacio Mier y que tengamos una bancada mayoritaria de Morena, si les importó pápalo que nos trasquilaran 7.5 por ciento de los fondos?

 

La principal responsabilidad de los diputados es precisamente aprobar las Leyes de Ingresos y Egresos de la Federación y esa tarea, está visto, no la realizaron, por eso la pregunta más importante es ¿Por qué les seguimos pagando si no cumplen con su trabajo?

Y no se sorprenda si personajes como Saúl Huerta, Alejandro Carvajal, Inés Parra, Julieta Vences, Leónidas Córdova, Fernando Manzanilla o Edgar Guzmán, reaparecen el próximo enero en búsqueda de mantener el hueso.

¿Dónde quedó la bolita?

Y seguramente usted se pregunta, a dónde se destinaron los recursos que se le quitaron a los estados, porque el caso de Puebla no es el único.

Pues además de los tres proyectos insignia de la administración lopezobradorista, programas de apoyos sociales y becas tuvieron un aumento significativo de recursos. Sí, en pleno año electoral, los levantadedos del régimen avalaron que exista una bolsa sustancial para que se puedan repartir recursos de manera discrecional, ¿pues no que eran diferentes y que nunca más los programas sociales se utilizarían para la compra de votos?

Sin vacuna ni seguridad

Aunque Andrés Manuel se ha cansado de prometernos que México contará con la vacuna contra la Covid, la verdad es que esas palabras comienzan a sonar huecas porque por más que han peleado los legisladores del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, para que se etiqueten los recursos para comprar las fórmulas, hasta esta noche no hay un solo peso etiquetado para este fin.

La seguridad tampoco es prioridad para el gobierno de AMLO. El Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), un subsidio que permitía a las policías municipales hacerse de equipamiento y recursos, simplemente desaparecerá el próximo año. Como si no nos urgiera inyectarle recursos a nuestras policías.