La campaña de Claudia Rivera está por irse a pique. A los errores cometidos, el desgaste de gobernar y la inexplicable idea de retirar rejas en Las Ánimas, se suma la peor declaración que le hemos escuchado –hasta el momento- a Liza Aceves.
La mujer más cercana a Rivera Vivanco, la coordinadora de la campaña, se atrevió a asegurar que la cuñada de Eduardo Rivera y el gobernador sostenían una relación amorosa.
La absurda declaración desnudó uno de los discursos más socorridos de la coordinadora y su jefa: la violencia política de género.
Independientemente de que la supuesta relación se trata de una mentira, las palabras de Liza Aceves demostraron que su feminismo es de dientes para afuera porque no le importó dañar el honor de dos mujeres con tal de imponer en la agenda algún tema.
El error, que intentaron remediar con un tuit, difícilmente permitirá en una campaña tan corta, retomar el rumbo porque ahora tendrán que enfocar gran parte de sus baterías en contener la crisis que ellas mismas se crearon.
El arrebato, secundado por las risas de la propia candidata, nos lleva a suponer que las encuestas y la recepción de la gente en los recorridos, no son para nada alentadoras.
Si realmente contaran con tantos puntos de ventaja ante su principal adversario, calumnias como estas no serían necesarias ni tendrían cabida.
Apenas antier hablamos en este espacio del suicidio político de Claudia Rivera por el caso de Las Ánimas y ayer su coordinadora puso el último clavo al ataúd.
Viernes de resoluciones
Entre las sentencias que se esperan conocer este día está la impugnación de Gabriel Biestro al proceso de selección de candidatos en Morena Puebla.
En el supuesto que los magistrados de la Sala Regional del TEPJF resuelvan en contra, el diputado con licencia aún tiene otra instancia para impugnar y poco que perder, por lo que no me queda duda que mantendría vivo su recurso.
Otro caso al que no debemos perderle la pista es el que se encuentra en pausa derivado de la denuncia que presentó el exregidor capitalino, Carlos Ibáñez, en febrero pasado ante la Fiscalía General del Estado por un presunto daño patrimonial de 37.5 millones de pesos, así como la presunta falsificación de documentos.
Y digo que no podemos olvidarnos de este caso porque el fantasma de Nuevo León podría aparecer en Puebla ante la caída de la candidata de Morena a la alcaldía capitalina.
En una de esas, el tlatoani del Palacio Nacional, que ha reconocido abiertamente que mete las manos en las elecciones locales, decide que es momento de tirar a Rivera Pérez con tal de salvar la reelección.