A menos de mil metros del socavón está el casco jesuita del siglo XVIII de la exhacienda Munive, hoy un centro privado de bellas artes.
En 1894 la familia Matienzo compró hacienda y terrenos en un remate tras la Ley Lerdo. Pasó a posesión, en un pasado cercano, a Urbano Deloya, impulsor del arte poblano y exsecretario de Díaz Ordaz. Ahora es propiedad de la familia Chapital.
Ahí se pueden ver obras del célebre ebanista Sebastián Chapital y sus dos hijos artistas plásticos, como la colección familiar de arte mexicano integrada por finas muestras de los hermanos Leñero, Vicente Rojo, Toledo y muchos más. Esculturas de Soriano en los patios.
El casco es escenario de muestras y venta de arte, como de estudios fotográficos y eventos sociales de notoriedad. De los terrenos queda poco.
En 1916 el revolucionario agrarista Domingo Arenas tomó posesión militar de parte de la hacienda de San José Munive, conocida como San José Zacatepec, y de la hacienda de San Lucas, hoy ruinas en Nextetelco, para otorgárselas al desposeído pueblo de Santa María Zacatepec.
El reparto agrario no fue suficiente. En 1928 se expropiaron y donaron terrenos de las mismas haciendas, y otras, para repartir más tierras. San José Munive pasó de casi mil hectáreas a 250, el mínimo permitido por ley.
De nuevo el reparto no bastó. En 1938 se les otorgaron 150 hectáreas en Tianguismanalco, a más de 40 kilómetros y 9 horas de caballo. Por poco práctico el poblado cedió las tierras en 1974 y se creó el ejido de Tenantitla en el 98, hoy un popular lugar para avistar estrellas.
El ejido de Santa María Zacatepec fue creado paralelamente a los ejidos de Huejotzingo, San Pedro Tlaltenango y muchos más en el estado y país. Tres oleadas destruyeron cualquier incipiente futuro ejidal.
Las expropiaciones de los 70 's para la descentralización industrial. Las reformas al 27 constitucional en el 92 permitiendo venta de tierras ejidales y comunales. Y los cambios de uso de suelo de los últimos 20 años. Todos sumidos en enorme corrupción y complicidad de gobiernos federales, estatales y municipales.
La expropiación para el aeropuerto fue de sólo 10 de las 56 hectáreas planeadas para especular con terrenos cercanos. Con decretos, Xoxtla perdió 185 de las 189 hectáreas que tenía, con acuerdos 200 hectáreas casi desaparecieron al ejido de Huejotzingo.
El proyectado parque industrial Ciudad Textil fue un éxito en el 2000, así que emergieron el Anexo 4, Vesta Park Puebla 1 y Mercatus, 41 empresas. El río Metlapanapa suple infraestructura, sólo 17 tienen planta de tratamiento de agua.
Cambios de uso de suelo irregulares detonaron una industria inmobiliaria. Permisos municipales de desarrollo habitacional sin servicios como lo indica el oficio DOP/DU/035/2009 juancebonillense. Los fraccionamientos Toscana I y II, Garza Primera y Segunda Sección, y varios más tan solo en ese municipio. Todos ellos ilegales por la proveeduría de agua desde pozos con permisos agrícolas.
Por ejemplo, el Pozo Número 20 que atiende los fraccionamientos Garza, el permiso de mayor volumen del municipio. Otros son cínicos como el tercer permiso más grande del municipio, dado a la sociedad de producción rural Fraccionamiento Capulrravia. Lista para el salto inmobiliario a la vez que recibían apoyos del programa de modernización de riego de la Comisión Nacional del Agua. Ambos permisos de extracción de agua entregados por la Dirección General CONAGUA en Puebla en menos de cinco meses entre 2002-2003.
Manifiestos de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente estatal y permisos de CONAGUA Estatal y Federal. Autorizaciones y permisos de SEMARNAT, Comisión Estatal de Agua y Saneamiento del Estado de Puebla y ayuntamientos.
Todos están en el remolino y el desconocimiento de Casa Aguayo del dictamen del socavón por CONAGUA parece indicar quien se hundirá como si fuera el peso de los 30 mil metros cúbicos de concreto hidráulico del patio de Volkswagen, ese entre la exhacienda Munive y los 400 metros de terrenos de cultivos que separan del socavón.