Si le dijeran que un grupo de pueblos se ha unido para defender los intereses de sus comunidades y sus recursos naturales ante la depredación de los franceses, usted podría imaginar gestas heroicas, quizá hasta una reedición del 5 de Mayo. Y aunque ese ha sido el giro que le han intentado dar al conflicto de la planta de Bonafont en Juan C. Bonilla, recordando que es una subsidiaria de la francesa Danone, la realidad parece alejada de ello.
La clausura de actividades de la embotelladora tuvo lugar en marzo, aunque la toma de la planta fue el ocho de agosto pasado con su transformación en “Casa de los Pueblos”. Detrás de esta toma no se encuentran grandes representaciones sociales huejotzingas, cholultecas o de otras regiones poblanas de los Volcanes, pero sí un movimiento nacional que busca por la vía violenta la reivindicación de afrentas históricas, el Congreso Nacional Indígena (CNI).
Este movimiento ha tenido notoriedad a nivel nacional con la toma de dependencias federales, nunca privados. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en febrero de 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en septiembre de 2020, y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas en octubre de ese año. La toma de estas instalaciones se prolongó por meses, mientras que la sede nacional de INPI sigue sitiada y convertida en la “Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas Samir Flores Soberanes”.
El escalamiento de los hechos en Juan C. Bonilla se suma a la incapacidad y complicidad del delegado en su momento de Gobernación, Carlos Armando Popoca. La exsecretaria federal Sánchez Cordero, mostró gran indiferencia ante los hechos que realizó el CNI, veremos si el nuevo titular Adán Augusto López enseña una cara diferente en la representación estatal de su dependencia.
La recuperación temporal de los mantos freáticos, por las lluvias, ha mostrado ser el espejismo suficiente para reencender los ánimos sociales y prender alertas en el gobierno estatal. El chantaje como modo de vida.
Empresas cercanas como el fabricante de material de curación QUIRMEX o la plastiquera PRS México, ya han recibido amenazas de ser las siguientes víctimas si no cooperan con el movimiento. Otras de mucho mayor tamaño como Nestlé o Hylsa siguen siendo bocados muy grandes, aunque la dirigencia de dichos movimientos ya está apuntando a niveles más altos, la planta petroquímica de San Martín Texmelucan. Ocupar una planta de esta magnitud conlleva enormes riesgos para la población involucrada, pero parece existir un entendimiento implícito que emana desde Palacio Nacional que los movimientos sociales tienen toda la manga ancha para expresarse. Habrá que ver si meterse con la paraestatal preferida del presidente es la gota que derrama el vaso.
Relaciones interiores
Este jueves al mediodía, tendremos la visita en Puebla del titular de Relaciones Exteriores y suspirante al 2024, Marcelo Ebrard Casaubón, con claro afán publicitario. Marcelo Luis lleva buena racha con las visas humanitarias para los afganos y la excelente carambola con los corresponsales de medios internacionales allá.
En el marco de inaugurar una nueva sede para los trámites de pasaportes veremos al canciller a escasos trescientos metros de la oficina del gobernador Miguel Barbosa. Conociendo las buenas formas de ambos, probablemente existirá un saludo de cortesía, faltará ver si se hace público lo que se interpretaría como un espaldarazo al 24.