Este martes 19 de octubre entrará en vigor el decreto que firmó López Obrador para que sean “legalizados” los autos chocolate, hecho que generará una afectación enorme al sector automotriz, empeorará la calidad del aire en México y chatarrizará al país.
La estrategia no es nueva y eso nos permite saber que los vehículos que se legalicen en la frontera norte, como establece el decreto, circularán por todo el país, convirtiéndose en poco tiempo en un problema mayúsculo.
Al daño ambiental que se causará con la circulación de estos vehículos, se debe sumar la gran afectación que tendrá la industria automotriz, de la cual Puebla tiene una enorme dependencia tanto por Volkswagen y Audi, como por las proveedoras.
Además, en breve, tendremos un problema con las reparaciones que requieran esos autos chocolate.
La versión remasterizada de los autos chocolate
¿Acaso AMLO y sus estrategas ya olvidaron lo que pasó con las pickups chocolate que autorizaron traer de Estados Unidos, a las organizaciones campesinas, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari?
Después del decreto publicado en el DOF del 21 de febrero de 1994, en México terminaron circulando una bola de carcachas que en poco tiempo fueron arrumbadas porque no había refacciones. Se trató de chatarra que no resultaba vendible ni por partes.
Además de la basura que importaremos, Andrés Manuel envía un mensaje muy peligroso: que en México podemos legalizar lo ilegal si eso nos da votos.
¿Cuánto tiempo pasará para que telas o alimentos sin los controles necesarios pasen la frontera y “se legalicen”?
¿Qué certeza le brindamos a los industriales con decisiones como esta donde basta un plumazo para avalar la competencia desleal?
Y Morena se impuso
Con muy pocas, por no decir casi ninguna modificación, pasó la llamada miscelánea fiscal al pleno de la Cámara de Diputados. Durante la madrugada de este martes se escucharán muchas posturas a favor y en contra.
Algunas tan falsas como quienes aseguran que hoy sí, los mexicanos tenemos el dinero en nuestras bolsas, otras absurdas como quien propuso que antes de criticar las reformas se lea Hacía una economía moral, uno de los libros de Andrés Manuel López Obrador.
También escuchamos voces como la de Blanca Alcalá quien pidió que “sin gritos” se escuche y se analicen las propuestas de la oposición; o la de los perredistas que reconocieron que no se le moverá una coma a la propuesta presidencial, aunque eso dañe la creación de empleos y la economía de los mexicanos.
Al final, la sentencia de los panistas es real, en Morena no escuchan y sólo acatan la orden del Palacio Nacional para avalar que ya no sea tan fácil hacer donaciones y que los jóvenes de 18 años tengan, obligatoriamente, que registrarse ante el SAT para obtener su RFC.
El peligro para el país que nos advertían en los comerciales de 2006 parece asomarse.
Ni más ni menos.