Me cae de madre que nuestro IMSS de la Margarita nomás sirve pa' pinches vergüenzas porque de nuez se llevó la nota a nivel nacional el cochinero en el que se ha convertido, ahora por la recomendación 71/2022 de la CNDH después de que estiró la pata un morrito en 2019.
Así como lo leen, banda, ya de plano por tantita máuser todos los altos mandos de ese hoyo negro deberían ser lanzados a la calle, si de plano queda un poco de dignidad.
Y es que luego de que se haya exhibido a nivel nacional al personal por su ineficiencia, y las instalaciones vueltas un inservible tiradero, ahora resulta que otra vez sacan sus trapitos al sol.
Cómo no, mis valedores, si pa’ colmo la CNDH acreditó que los derechos a la salud del menor y la mamá fueron vulnerados, nomás por tanta irregularidad, a costa de su vida.
Ni al mes cumplido llegaba la criatura cuando se nos fue con Diosito el 10 de enero de 2019 por contagiarse de Klebsiella Pneumoniae en el Hospital de La Margarita, además que no recibió medicamentos.
Hechos como éste, banda, sólo exhiben que gente no capacitada chambea en centros de salud, donde uno sin deberla ni temerla puede salir con las patitas por delante.
Pero eso no es todo, pos esta tragedia ya nos hizo ver que en La Margarita los errores son fatales, y nadie se hace responsable hasta que les cae la voladora.
A poco, no mis carnales, ¿cuántos poblanos no han estado a expensas del personal vaquetón, soportando malos tratos, amenazas, desaires y hasta el clásico “hágale como quiera”?
Por su pollo, nadie en La Margarita está libre de pecados y basta con darse una vuelta pa’ comprobar cómo se acostumbran las cosas si de atención médica se habla.
Es más, con todo y el chico jalón de orejas de la CNDH, lo cierto es que cualquier reprimenda se queda corta, pos nada devolverá a los padres del bebé el calvario vivido por unos cuantos infelices.
Justicia es justicia, y no vaya a ser que esta sea la puntita de otro cochinero que se ande cocinando a expensas de más derechohabientes.
Nadie en su sano juicio quiere caerle al IMSS La Margarita, pos con la fama que se carga, la temblareda de piernas está bien justificada: el que entra, no siempre sale.
Ahí se las dejo al costo.